(AZprensa) Un nuevo artículo científico, publicado en la
revista “Scientific Reports”, aporta nuevas pruebas que demuestran cómo el
entrenamiento deportivo puede retrasar el inicio de la pérdida de memoria
fisiológica asociada con el envejecimiento.
Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones
Científicas (CSIC) han evaluado los efectos sobre el cerebro de la práctica de
ejercicio físico a largo plazo (con una media de 35 años de práctica).
Los resultados avalan el impacto positivo del ejercicio
físico a largo plazo para retrasar el inicio de la pérdida fisiológica de la
memoria, ayudando a mantener la memoria a la vez que envejecemos. Además,
sugieren la efectividad del ejercicio como estrategia preventiva contra la
pérdida de la memoria relacionada con la edad y la neurodegeneración,
especialmente en patologías en las que esta pérdida es un distintivo como es el
caso de la Enfermedad de Alzheimer.
La disminución de la capacidad de aprendizaje o de la
memoria y la neurogénesis del hipocampo son algunas de las consecuencias
normales del envejecimiento cerebral. La prevención es un elemento clave para
contrarrestar sus efectos. Por eso, uno de los grandes retos de los
investigadores es encontrar y promocionar estrategias preventivas que puedan
implementarse de forma precoz, antes de la aparición de síntomas. Estas estrategias son fundamentales contra la
epidemia del deterioro cognitivo y la demencia, que se han convertido en un
grave problema a nivel social, económico y humano.
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