(AZprensa) La NASA ya está preparando un nuevo e inédito
reto en la exploración de Marte, el envío de un helicóptero para que sobrevuele
la superficie de este planeta, salvando obstáculos hasta ahora inabordables por
los robots de superficie, y transmitir a la Tierra las imágenes y datos que
vaya recogiendo.
Para hacernos una mejor idea de las dificultades que
entraña esta misión, hay que recordar que la atmósfera de marte es mucho más
ligera que la de la Tierra. Por ejemplo, en la zona donde se posará el Mars
2020 (el vehículo que transportará el helicóptero) la presión atmosférica es la
equivalente a la que hay en nuestro planeta a 30 kilómetros de altura, algo que
–lógicamente- nunca se ha conseguido; de hecho ni siquiera ha conseguido volar
un helicóptero a la mitad de esa altura. También tendrá que ser capaz de soportar
las bajísimas temperaturas de Marte y la superior radiación que se registra en
su superficie. Y para colmo, deberá ser autónomo ya que se encontrará a
millones de kilómetros del piloto a distancia más cercano.
A la hora de solventar estos retos se ha diseñado un
helicóptero de tamaño muy reducido. Su cuerpo central, por ejemplo, sólo medirá
7 centímetros y su peso en conjunto no sobrepasará los 1.800 gramos.
Para volar contará con dos juegos de palas de rotor
girando a 2.400 rotaciones por minuto, lo que equivale a girar 10 veces más
rápido a como lo hacen los helicópteros en la Tierra. Un panel solar en la
parte superior del vehículo recargará las baterías, que se utilizarán tanto
para girar las palas como para mantener el vehículo caliente, especialmente
durante la noche.
La intención es que dicho helicóptero sea capaz de hacer
al menos cinco vuelos de minuto y medio cada uno, elevándose a 4,5 metros de
altura y alejándose cada vez más para cubrir la mayor superficie posible. El
helicóptero llevará a bordo una cámara con capacidad similar a las que
incorporan nuestros teléfonos móviles, para enviar a la Tierra las imágenes que
obtenga.
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