(AZprensa) Las empresas quieren crecer y crecer para dar
más rendimiento a sus accionistas, y cuando las cosas no van bien suelen optar
por lo más fácil: la fusión con otra compañía. De esta forma aumentan instantáneamente
su cifra de ventas y comienzan a despedir empleados y cerrar instalaciones y
oficinas, con lo cual se reduce la masa salarial. Eso es pan para hoy, pero
hambre para mañana.
Ya lo dijo hace tiempo alguien que sabía mucho de fusiones,
no en vano fue quien lideró la fusión y primeros años de AstraZéneca tras la fusión
de la multinacional sueca Astra y la multinacional británica Zéneca, Sir Tom
McKillop: “Todos se ha fusionado para aumentar su tamaño. Pero ¿qué han
descubierto estas compañías? Si te haces muy grande, tienes que disponer de
muchos más productos de éxito para mantener ese tamaño y seguir creciendo”.
Y es que aquella fue una fusión que no se hizo para
“aumentar de tamaño” sino para construir una empresa mejor ya que los catálogos
de productos (medicamentos en este caso) de cada una de esas compañías,
encajaba perfectamente en la otra: no había duplicidades y en cambio sí que
había un fuerte bagaje de investigación.
“La innovación es el motor, el progreso de una sociedad”.
Eso y no el tamaño es lo que hace crecer a las empresas, y cuanto más grande
sean, más innovación van a necesitar para que el resultado de la misma sea
capaz de sustentar todos los gastos derivados de su tamaño.
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