sábado, 21 de octubre de 2023

La gente no sabe qué es la dispepsia… ¡y la padece una de cada cuatro personas!

(AZprensa) Los resultados de un estudio realizado por la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) hace unos años, vino a demostrar que los españoles desconocen algunos de los términos empleados en la especialidad de Aparato Digestivo, que se corresponden con enfermedades muy comunes. Es el caso de la dispepsia, un trastorno que produce dolor o malestar en la parte alta del abdomen o en el pecho que, a menudo se describe como tener gases, sensación de estar lleno o como un dolor corrosivo o urgente. Aunque puede estar producida por ansiedad, sin tener ningún origen orgánico. Sólo el 13% de la población conoce como tal la dispepsia, cuando en realidad afecta a casi el 25% de la población.
 
La dispepsia (palabra de origen griego, que etimológicamente significa digestión difícil) es un término de uso bastante actual en la medicina digestiva moderna, aproximadamente desde hace 30 años, y es normal que la población aún no conozca bien el significado, principalmente por dos razones: porque el paso de los conocimientos médicos desde el médico al paciente es lento y, en gran medida, depende del interés de los propios profesionales y, por otra parte, porque muchos médicos (generalmente no relacionados con la especialidad de Aparato Digestivo) aún utilizan una terminología inadecuada y ya en desuso.
 
Aunque los pacientes no conozcan la terminología de su trastorno, sí que tienen muy claro cuáles son los síntomas
 
Este tipo de estudios es necesario para que los médicos perciban lo que la sociedad piensa sobre su propia especialidad. Normalmente –como en este caso- sus resultados avisan bien claramente de que los médicos deben emplear con los pacientes un lenguaje que puedan entender, pero que sea correcto, ya que a veces la excesiva simplificación puede llevar a errores.
 
Por su parte, los pacientes deben preguntar a su médico, ya que ha de existir una interrelación entre la clase médica y la población que permita que todos hablen el mismo idioma y no se produzcan distorsiones. Hay que evitar ese tipo de situaciones en que un paciente dispéptico crea que lo suyo es una simple gastritis.
 
Esta misma confusión de conceptos se observa, en parte, en la percepción que los pacientes tienen de las pruebas diagnósticas empleadas en el diagnóstico de enfermedades digestivas. Según los resultados del estudio, la radiografía de contraste, la colonoscopia y la gastroscopia son las pruebas desagradables e incómodas. Se observa, pues cómo la población no tiene muy claro qué es una radiografía de contraste, ya que aunque – en el caso de la enema opaca – la preparación del paciente pudiera ser algo incómoda por el uso de laxantes, la exploración no es incómoda.
 
Con respecto a las pruebas endoscópicas reseñadas como desagradables por el estudio, la colonoscopia y la gastroscopia, hay que reconocer que sí son molestas, pero su valor diagnóstico es insuperable, de ahí la necesidad de su correcta y no abusiva indicación. El paso del endoscopio por la garganta puede producir náuseas y tos en algunos pacientes, a pesar de la anestesia local. En el caso de la colonoscopia (hasta el ciego), si no en todos los pacientes, en muchos puede producir dolor en razón a la distensión por el aire inyectado o tracciones en el colon, lo que ha hecho que se utilice la sedición en las Unidades de Endoscopia.
 
Fuente.- “Estudio de percepción sobre las enfermedades digestivas en la población española”, realizado por la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD).
 

Una historia de los avances de la Medicina a través de la historia del laboratorio que surgió de Alfred Nobel…
“El legado farmacéutico de Alfred Nobel”: https://amzn.to/3lkv5h8

No hay comentarios: