La alcaldesa rabiosa

(AZprensa) La alcaldesa del municipio de Getafe (Madrid), Sara Hernández, ha propuesto cambiar el nombre del estadio de fútbol del Getafe C.F. conocido como “Coliseum Alfonso Pérez”, en honor al futbolista Alfonso Pérez, nacido en esta localidad y que llegó ser internacional.
 
Cuando leí el titular de esta noticia me puse a pensar en el delito que podía haber cometido Alfonso Pérez para que propusiesen quitar su nombre del estadio. “¿Habrá cometido algún crimen? ¿Habrá violado a alguien? ¿Habrá hecho algún desfalco o estafa?”… interrogantes como este surgieron en mi mente, así que me dispuse a seguir leyendo para saciar mi morbosa curiosidad.
 
Así, pude saber que el motivo eran unas declaraciones que había hecho durante una entrevista en el diario “El Mundo”. Esas declaraciones (espero que no te escandalices) las reproduzco textualmente a continuación:
“Me parece muy bien que las mujeres tengan su espacio y sus derechos, como tienen desde hace bastantes años, pero creo que no puede ser equiparable para nada el fútbol femenino y el masculino, porque todo va en función de los ingresos que generes y de la repercusión mediática. Y ahí no hay comparación. Seguro que a otras deportistas les gustaría cobrar como las futbolistas de la selección y no pueden. A mí me gustaría cobrar lo de Cristiano Ronaldo, pero no soy tan bueno. Es lo que hay. Cada uno tiene que saber dónde está. No se pueden quejar. El fútbol femenino ha evolucionado, pero deben tener los pies en el suelo y saber que no se pueden equiparar en ningún sentido con un futbolista hombre”.
 
Y también dijo que: “En el caso de Guardiola como en otros o el de las chicas, yo obligaría a besar la bandera española para saber que defienden con honor y honestidad la camiseta de su país. Eso, lo primero y luego ya protestas por lo que quieras. Me parece bien que pidan lo que consideren, pero la selección está por encima”.
 
La alcaldesa y los de su grupo parlamentario se rasgaron las vestiduras, se tiraron de los pelos, gritaron escandalizadas y propusieron –a modo de rabieta y pataleta infantil- quitar su nombre al estadio.
 
Ese ha sido su “delito”: Tener una opinión diferente a la que intenta imponer la actual dictadura de pensamiento único, y tener la osadía de decir de forma correcta y razonada lo que piensa.
 
Estáis avisados. No podéis pensar por vuestra cuenta ni mucho menos decir lo que pensáis, porque os exponéis a represalias por parte de nuestros gobernantes.
 

Así fue el principio del fin del Estado de Bienestar…
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