(AZprensa)
En el corazón del desierto de Chihuahua, en el norte de México, se encuentra un
lugar que ha capturado la imaginación de científicos, aventureros y amantes de
los misterios: la Zona del Silencio. Este enigmático rincón, ubicado en el
Bolsón de Mapimí, cerca de los estados de Durango, Chihuahua y Coahuila, es
conocido por los extraños fenómenos que allí se producen, desde avistamientos
de ovnis hasta anomalías electromagnéticas. Pero, ¿qué hace tan especial a esta
región? Acompáñanos a explorar los secretos de este fascinante lugar.
Un
descubrimiento inesperado
La
Zona del Silencio saltó a la fama en la década de 1970, cuando un cohete de la
NASA, el Athena, se desvió de su trayectoria y cayó en esta área desértica.
Durante las labores de recuperación, los científicos notaron algo peculiar: las
comunicaciones por radio fallaban, las brújulas se desorientaban y los equipos
electrónicos parecían comportarse de manera errática. Este incidente marcó el
inicio de la leyenda de la Zona del Silencio, un lugar donde, según se dice,
las ondas de radio y las señales electromagnéticas se “apagan”.
El
área, situada en el paralelo 27, comparte latitud con otros sitios enigmáticos
como las Pirámides de Egipto, el Triángulo de las Bermudas y el desierto del
Gobi, lo que ha alimentado especulaciones sobre su conexión con fenómenos
paranormales o extraterrestres. Pero, ¿qué hay de cierto en estas historias?
Fenómenos
inexplicables
La
Zona del Silencio es famosa por una serie de fenómenos que desafían la lógica
convencional:
Interferencias
electromagnéticas: Los visitantes reportan que las radios, teléfonos móviles y
otros dispositivos electrónicos dejan de funcionar o presentan fallos
inexplicables. Este fenómeno ha llevado a algunos a especular que el área
podría estar situada sobre un “vórtice energético” o un campo magnético
anómalo.
Mal
funcionamiento de brújulas: Las agujas de las brújulas giran sin control o
apuntan en direcciones incorrectas, lo que sugiere posibles anomalías en el
campo magnético terrestre de la región.
Avistamientos
de ovnis y luces extrañas: Los habitantes locales y visitantes han reportado
luces misteriosas en el cielo nocturno, objetos voladores no identificados y
figuras humanoides que desaparecen sin dejar rastro. Estos relatos han
convertido a la Zona del Silencio en un punto de interés para ufólogos y
entusiastas de lo paranormal.
Mutaciones
biológicas: Se dice que la flora y fauna de la zona presentan características
inusuales, como cactus con formas extrañas o animales con adaptaciones
peculiares. Por ejemplo, la tortuga del desierto de la región es conocida por
su tamaño y longevidad excepcionales.
¿Ciencia o misterio?
Aunque
los fenómenos de la Zona del Silencio han generado innumerables teorías, los
científicos han intentado dar explicaciones racionales. Una de las hipótesis
más aceptadas señala que la región tiene una alta concentración de depósitos de
hierro y otros minerales magnéticos, como magnetita, que podrían interferir con
las señales electromagnéticas y las brújulas. Además, la presencia de
meteoritos en la zona, como los que cayeron hace millones de años en el cercano
cráter de Allende, podría contribuir a las anomalías magnéticas.
Por
otro lado, las luces en el cielo se intentan explicar como fenómenos
atmosféricos, como reflejos de luz en cristales de cuarzo o gases liberados por
actividad geológica. Sin embargo, estas explicaciones no satisfacen a todos, y
muchos prefieren atribuir los sucesos a la presencia de vida extraterrestre o a
portales interdimensionales.
Un
lugar de leyendas y turismo
Más
allá de las explicaciones científicas, la Zona del Silencio se ha convertido en
un destino turístico para aquellos que buscan aventura y misterio. Los viajeros
llegan atraídos por las historias de ovnis y la posibilidad de experimentar los
fenómenos en persona. Los habitantes de la región, conscientes del interés que
despierta, han creado pequeños negocios, como tours guiados y alojamientos,
para recibir a los curiosos.
Uno
de los puntos más visitados es el Cerro de la Paila, considerado el epicentro
de las anomalías. Allí, los visitantes pueden explorar el paisaje desértico,
observar la fauna local y, con suerte, presenciar alguno de los fenómenos que
han dado fama al lugar.
La
Zona del Silencio sigue siendo un rompecabezas para la ciencia y un imán para
los amantes de lo desconocido. ¿Es este lugar un punto de contacto con seres de
otros mundos, un capricho de la geología terrestre o simplemente un escenario
donde la imaginación humana ha tejido una rica mitología? Mientras no haya
respuestas definitivas, este rincón del desierto mexicano continuará fascinando
a quienes se aventuren a descubrir sus secretos.
Si
alguna vez decides visitar la Zona del Silencio, lleva contigo una brújula, una
linterna y una mente abierta. Quién sabe, tal vez seas testigo de algo que
desafíe todo lo que creías posible.
¿Ciencia o misterio?
Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon: https://www.amazon.com/author/fisac