Uno de los más sorprendentes descubrimientos que hice cuando
ejercía mi labor de Jefe de Prensa y redactaba notas de prensa fue el
siguiente:
Normalmente, el titular de la nota de prensa llevaba el
nombre del producto o del laboratorio, explicando de qué iba la cosa. Sin
embargo muy pocos medios repetían luego el nombre del producto o de la empresa
cuando redactaban ellos la noticia a su manera. Sí que lo nombraban, es cierto,
pero lo hacían dentro del cuerpo de texto, casi nunca en el titular.
Entonces hice un experimento: comencé a redactar noticias
sin citar el nombre del producto o de la empresa en el titular, mientras
mantenía –como siempre- el tono periodístico profesional en todo el conjunto.
Mi sorpresa fue doble porque no solo pude apreciar cómo eran muchos más medios
los que se hacían eco de las notas de prensa que les enviaba, sino que muchos
de esos medios ponían “de motu propio” el nombre de la empresa o del producto
en el titular. Es decir: ¡si yo enviaba una nota con un nombre comercial en el
titular, el periodista lo quitaba, pero si la enviaba sin dicho nombre era el
periodista el que lo incluía”. Resulta evidente que poner un nombre comercial
en el titular de una nota de prensa da carácter “comercial” a la misma y por
tanto le quita credibilidad; por el contrario, si ese nombre de marca no se
incluye en el titular, el propio periodista considerará oportuno muchas veces
incluirlo en “su” titular para que el lector sepa bien de qué va la noticia.
Esta fue una de las primeras “leyes” que me mostró la
experiencia y que podríamos describir así: “Cuanto menos apariencia comercial y
más apariencia periodística tenga una nota de prensa, mayores serán sus
posibilidades de publicación y de mantenimiento del nombre comercial en el
texto definitivo que se publique”.
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