Esta frase tantas veces oída al médico cuando va a
auscultarnos se convirtió en el lema de la convención de lanzamiento de
Accolate (zafirlukast) el nuevo antiasmático lanzado por Zéneca en 1999.
El lanzamiento de un nuevo medicamento exige la formación e
información de todos aquellos que después van a tener que informar al médico,
de ahí que se de gran importancia a este tipo de reuniones que, por otra parte,
pueden constituir un buen punto de motivación.
El visitador médico trabaja aislado con la sola presencia
esporádica de su supervisor directo, su oficina es su casa (si se trata de una
provincia pequeña) o la delegación (provincias grandes) y el contacto con el
resto de compañeros es escaso y solo por teléfono; de ahí la importancia de
reunirse con el resto de compañeros (tanto de otras provincias como de central)
en ocasiones especiales como el lanzamiento de un producto.
La convención debe reunir jornadas intensas de trabajos pero
también tiempo suficiente para la confraternización y el divertimiento. Si el
presupuesto lo permite, lo ideal es elegir un destino fuera de España (ya que
muchos no tendrán oportunidad de realizar en su vida privada un viaje de
esas características), aunque si no
hubiese otro remedio también se podrá arbitrar una convención en un lugar con
atractivo turístico de España y, en el peor de los casos en Madrid o en la
ciudad donde se tenga la fábrica o casa central.
En el caso del lanzamiento de este producto se eligió Túnez
y, efectivamente, hubo tiempo para todo, para trabajar y para divertirse, para
conocer a fondo el producto y para volver después al trabajo diario llenos de
ilusión.
En este caso concreto, 180 personas (visitadores médicos y
responsables de los departamentos de marketing y médico) se dieron cita en
Túnez y esos días alejados de la rutina diaria les permitió “respirar hondo” y
volver –como vulgarmente se dice- “con las pilas cargadas”.
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