(AZprensa) A cualquier empresario le gusta
tener empleados que se esfuercen y rindan a tope, que aporten valor a la
compañía; pero ¿cómo conseguir eso? Pues algo tan sencillo (y tan poco
frecuente) como una buena comunicación interna puede ser la solución. Así lo evidencia
el artículo que la periodista Lourdes Martínez ha publicado en su blog y del
que extraemos algunos de los puntos más esenciales.
Plantea al comienzo que “Si quieres que tus
empleados sean personas que tiren de la compañía, se involucren en conseguir
los objetivos y estén comprometidos con tus valores, tienes que comunicarles lo
que sucede en ella”, porque precisamente los empleados son quienes “van a
transmitir e impulsar tu marca y a vivir y convivir en tu empresa”. Es evidente
que si no reciben una buena comunicación no se sentirán parte de la compañía.
Pero solo con eso no basta. “Los empleados
tienen que estar bien
pagados. Si quieres
retenerlos y que se integren y se sientan parte de una gran empresa debes
remunerarles acorde a su experiencia y conocimientos”. Aun en tiempo de crisis,
si se antepone el salario bajo a la cualificación personal y profesional, se
podrán conseguir miles de candidatos a ocupar ese puesto pero no candidatos
capaces de “rendir” como a la empresa le gustaría.
“Reconoce el trabajo bien hecho, su esfuerzo, su entrega, su tesón. No es
suficiente con dar las gracias y decir cuál es la situación”. ¡Cuánto trabajo
cuesta felicitar y animar a los empleados, con lo barato que es hacerlo y lo
productivo que resulta!
“Flexibilidad horaria. Establece la posibilidad de entrar o salir en
un margen de horas e incluso que tus empleados puedan trabajar desde casa. Cada
empleado tiene familia y amigos a los que atender”. Un empleado sin tiempo para
su vida personal no será feliz y por lo tanto no rendirá a tope.
“Haz que la gente esté satisfecha, esté alegre
en su trabajo, tenga buenos compañeros, le gusté su trabajo, el lugar sea
amplio, luminoso, agradable y esté limpio”. Podríamos añadir que una empresa
donde los empleados trabajan con una sonrisa es una empresa más productiva que
aquella otra de seres agobiados, temerosos y cabizbajos.
“No hay que caer en el error de comunicar cómo
va la compañía en verano y en la cena de Navidad, es decir cada seis meses. Eso
es insuficiente, no pretendas mantener a tu equipo motivado el resto de meses sólo
con esa información”. Y como añade, “Lo que no podemos hacer es que un empleado
se entere por una fuente externa de algo que ha ocurrido en la empresa”.
Pero la periodista Lourdes Martínez va mucho
más allá en su análisis y nos explica en su artículo todo aquello que debemos
hacer para que los empleados estén contentos en su trabajo, porque nunca deberíamos
olvidar que “Un empleado comprometido es mucho más productivo”. Leer el artículo
en el siguiente enlace:
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