(AZprensa) “Los avances de la tecnología en secuenciación del
ADN y el ARN han permitido descubrir que los genomas ‘esconden’ más información
de la que se esperaba”, ha declarado el microbiólogo Alejandro Toledo-Arana.
En los genomas, además de los genes que determinan cuántas
proteínas diferentes forman un ser vivo (lo que se conoce como información
codificante), se pueden encontrar regiones de ADN que no producen proteínas y
corresponden a la información no codificante, presente en cualquier genoma. A
pesar del gran número de secuencias no codificantes identificadas en los
últimos años, se siguen desconociendo las funciones de la gran mayoría de
ellas. En el ser humano se ha demostrado que las secuencias no codificantes son
esenciales en la expresión de ciertos genes y que si se producen mutaciones en
ellas pueden causar enfermedades.
Por ello, este investigador del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC) lidera un estudio sobre nuevos mecanismos de
regulación génica en bacterias patógenas. Entender cómo regulan sus genes las
bacterias permitirá, según los científicos, diseñar a largo plazo compuestos
que manipulen los procesos bacterianos. Por ejemplo, diseñar nuevos
antimicrobianos para combatir las infecciones o mejorar cualquier proceso de
producción basado en bacterias.
El proyecto ha
conseguido un “Consolidator Grant” del Consejo Europeo de Investigación (ERC,
por sus siglas en inglés), dotado con 1,8 millones de euros y tiene una
duración de cinco años.
En
la imagen fotografía que muestra la diversidad de
expresión de dos genes en una misma población bacteriana.
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