(AZprensa) Con motivo de la celebración, hoy 19 de
octubre, del “Día Internacional contra el Cáncer de Mama”, el Colegio de
Médicos de Cantabria ha sido portavoz de las declaraciones de uno de los
expertos en este campo, el Dr. José Manuel López Vega, médico adjunto de
Oncología Médica de Valdecilla y jefe de la Unidad de Oncología de Mompía
-¿Han crecido en la última década los cánceres de mama en
España?
En España no se detectan más cánceres de mama en los
últimos años. Se diagnostican 34.000
tumores al año pero muchos de ellos van a tener buen pronóstico, desde el punto
de vista de mortalidad el cáncer de mama no tiene una gran magnitud, en España
se registran menos de 7000 muertes al año por este problema. Hoy en día
diagnosticamos más y curamos más, y eso no pasa con el tumor de pulmón, por
ejemplo.
-Las campañas para la detección precoz, fundamental para
tratar con éxito la enfermedad, han dado sus frutos pero ¿tanto como se
esperaba?
Si, ha habido una enorme inversión en personal y
tecnología y hemos tenido muy buenos resultados. Pero da la impresión de que
estamos en un techo, diagnosticamos muchos tumores muy pequeños, en Cantabria
–por ejemplo- casi la mitad de las pacientes se diagnostican con tumores de
menos de un centímetro. Los controles se hacen cada dos años a partir los 50
porque el grueso de los cánceres de mama se encuentra entre los 45 y los 65
años, incrementar los esfuerzos fuera de esas franjas se podría hacer pero probablemente no compensaría.
-Y las pruebas diagnósticas ¿han cambiado mucho en los
últimos años?
Hoy descansan sobre la mamografía pero esta prueba,
aunque es muy fiable, no puede ver más de lo que puede detectar, y han cambiado
mucho, hoy diagnosticamos tumores “in
situ”, que son los previos a los tumores,
eso en los países en los que no se hace detección precoz no existe. La
mamografía solo tiene una gran limitación en la densidad mamaria, en las mamas de la señoras de más edad es más fácil
distinguir los tumores, pero en las de la mujer joven es más complicado porque
tienen menos grasa y en la mamografía no se aprecia el mismo contraste de
color, aunque solo un 10 por ciento pacientes con cáncer de mama son mujeres
jóvenes, y esta cifra no ha aumentado en los últimos tiempos.
-Y los tratamientos ¿cómo han cambiado?
Han cambiado mucho. La cirugía hoy en día es la
conservadora, ocho de cada diez mujeres no pierden la mama, y han mejorado
también muchísimo las técnicas de
reconstrucción, no tiene la gravedad que revestía antes, eso por un lado.
Por otro, hoy entendemos mejor los tipos de cáncer de
mama: hay tres con tres tratamientos distintos, son más específicos y
selectivos, seleccionamos con “mammaprint”, es un análisis de 70 genes en el
tumor que determinan dos perfiles, de bajo y de alto riesgo, para saber si hay
que hacer tratamiento con quimioterapia o no, y funciona, claramente. Hemos
hecho una valoración de los 4 primeros años y demuestra que dos de cada tres
pacientes no necesitan quimioterapia y,
como es un tratamiento penoso y tóxico, si se puede evitar, mucho mejor.
Y la radioterapia va consustancial con la cirugía conservadora, hay
tratamientos bien tolerados y con poco riesgo para los tejidos sanos.
En los 32 años de mi trayectoria los tratamientos han
cambiado mucho, antes había tres medicamentos, hoy tenemos 12; casi no existía
la cirugía conservadora, eran casi todo mastectomías, y se morían muchas
pacientes, no se sabía que existían tres enfermedades distintas. Antes el no
hacer mastectomía, o que haya que justificar por qué la haces, sería algo exótico.
Antes la quimio tenía dos protocolos distintos, hoy hay 20. ¡Es otro mundo! Si
un especialista hubiera invernado en los últimos años, tendría
que volver a la Facultad. Y en la actualidad hay médicos, cirujanos y
hasta cirujanos de las máquinas de laboratorios, está todo muy especializado,
la medicina se ha atomizado, se ha hecho muy diversa.
-Y si hablamos de
prevención….
Hay prevención primaria, para evitar las causas, dirigida
a que haya menos canceres, pero hacemos prevención secundaria porque no
conocemos las causas de la enfermedad, incrementa su incidencia en pequeña
medida con el tabaco y el alcohol, sin embargo, en los tumores de pulmón sí que
conocemos lo que afecta. Lo que realmente ha demostrado una mejoría de la
supervivencia es la mamografía, no la autoexploración.
-Hablaba de que hay tres tipos de cáncer de mama con
tratamientos distintos ¿cuáles son?
En los tres tipos de tumor de mama hemos tenido más
contribuciones en el subtipo Her2, diagnosticado en una de cada seis pacientes;
luego está el tipo luminal, que padecen cuatro de cada seis; y el tercero es el
basal o triple negativo, diagnosticado en una de cada seis. Hemos desarrollado
programas para cada uno de estos tumores.
-Pero hay un tanto por ciento de tumores que no responde
a esos tratamientos…
Sabemos que no hay tratamientos idóneos para una minoría
de pacientes, algo que nos causa mucha
impotencia porque de 34.000 mujeres diagnosticadas se nos mueren 7.000, aunque
no tengo duda de que esta cifra de mujeres que no sobreviven va a disminuir
porque van a ir surgiendo medicamentos para esos tumores agresivos que hoy se
nos escapan. Y la realidad es que la mortalidad del cáncer de mama en España es
menor que en otros países.
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