(AZprensa) La estrella más cercana a la Tierra, Próxima Centauri, se encuentra a 4,2 años luz. ¿Y cuánto es eso en kilómetros? Pues eso es 40 billones de kilómetros, es decir, un 4 seguido de 13 ceros.
Otra pregunta: ¿Cuál ha sido la máxima distancia a la que se ha alejado de la Tierra el ser humano? La respuesta es 400.171 kilómetros, hazaña que consiguieron los tripulantes del Apolo 13 que pasaron por detrás de la Luna a 254 kilómetros de su superficie. Como vemos, prácticamente nada si lo comparamos con los 40 billones de kilómetros que nos separan de la estrella más cercana.
Vayamos ahora a la velocidad a la que podemos viajar. El récord lo tiene la nave Voyager 1, que tras dejar atrás Plutón se encuentra ahora a 20.000 millones de kilómetros de la Tierra. Poca cosa, ya que esa distancia sería de 19 horas/luz frente a los 4,2 años/luz de la estrella más cercana. Resulta que viajando a la velocidad de la Voyager 1, que es de 61.500 km/h se tardaría en llegar a la estrella más cercana… 74.000 años.
La cosa es más desalentadora aún. La nave Voyager 1 es una pequeña sonda sin seres humanos a bordo. Por lo que se refiere a seres humanos, la máxima velocidad alcanzada ha sido de 39.900 km/h que consiguieron al regresar a la Tierra los tripulantes del Apolo10. Vale, pues a esa velocidad se tardarían 114.000 años en llegar a la estrella más cercana.
Las dimensiones de nuestra galaxia escapan a nuestra comprensión. Su diámetro es de un trillón de kilómetros (un 1 seguido de 18 ceros) y la luz tarda 100.000 años en llegar de un extremo a otro.
Es cierto que tan solo en nuestra galaxia hay 400.000 millones de estrellas, que muchas de ellas tienen planetas y que muchos de ellos reúnen condiciones para la vida. Pero la más cercana, Próxima Centauri con su planeta Próxima b está a 4,2 años luz, una distancia imposible de recorrer por el ser humano con la tecnología actual.
Viajando a la velocidad de la luz se tardarían 4,2 años en llegar y –recordemos- a la velocidad máxima que hemos logrado desarrollar (y sin seres humanos a ordo) ese viaje duraría 74.000 años.
En conclusión, cada vez que nos hablan del descubrimiento de un nuevo exoplaneta no hacen sino propagar falsas esperanzas. Con la tecnología actual, y por mucho que consigamos vehículos espaciales más y más rápidos, cada viaje interestelar duraría muchos miles de años.
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