viernes, 18 de octubre de 2019

Humanización empieza por H


(AZprensa) Por su interés, reproducimos el artículo “Humanización empieza por H” que nos ha hecho llegar a los medios de comunicación Natividad López Langa, presidenta de la Asociación Madrileña de Enfermería en Centros Educativos (AMECE):

“H de hablar, habilidades, humor, hadas, hallar, harta, hacer, halago, habitar y tantas más.
Este relato está basado en un hecho real, drama actual,  año 2019 y que por ello hay que denunciar públicamente. Hace unos días comenté sin dar datos de los que hoy sí estoy autorizada por su madre, el reto que suponía la escolarización de una alumna nueva de 3 años., escribí esto:

Y la pasada semana, se escolarizó en nuestro colegio, singular y lleno de retos continuos cargados de dudas y certezas, una niña ‘crónica compleja’, pero mucho,  grado superlativo de atención sanitaria.”

Las dudas iniciales han dado paso a las ya certeras evidencias y cuidados enfermeros fundamentalmente y dar paso de nuevo en este colegio, como ya sucede en otros muchos, a la figura de la que coloquialmente llamamos ‘Enfermera Mochila’, que se traduce como que una enfermera está continuamente con esa  alumna por su compleja y necesaria atención sanitaria.

Estamos satisfechas del proceso aún en marcha de su socialización, aprendizajes y cuidados multidisciplinares, principalmente  y  reitero, enfermeros.

Se llama Yasmina y tuvo la mala fortuna de que en el bombo de la lotería llamada vida, le tocó una de las peores papeletas, una discapacidad grave o severa que se dice en el ámbito educativo y en el sanitario: alta complejidad crónica.

Nuestra pequeña, da igual el diagnóstico médico en este escrito, necesita un respirador las 24 horas, sencillamente porque no funcionan el diafragma y otros elementos necesarios para coger y echar aire y  si dicho aparato, se para, se desconecta… entramos en urgencia vital extrema.

El aire,  el oxígeno del aire, le entra por una traqueotomía, a la que conectamos el respirador y como buena niña traviesa que es y vamos ya conociendo, se quita la conexión  a veces con la barbilla  y entramos en la urgencia hasta que vemos lo que es y resolvemos.

Necesita que le aspiremos las secreciones bronquiales porque tampoco puede respirar si no lo hacemos y es la primera vez en tantos años que he aprendido a aspirar y otra compañera mientras limpio la sonda de aspiración para seguir, utiliza el ambú*: 3 insuflaciones ambú/aspiración, con bajada importante de la saturación de oxígeno que remonta cuando terminamos de aspirar.

(*Ambú: resucitador-manual o bolsa-autoinflable, es un dispositivo manual para proporcionar ventilación con presión positiva para aquellos pacientes que no respiran o que no lo hacen adecuadamente).

Yasmina tiene también un monitor de constantes acoplado en el manillar de la silla y come y bebe a través de una gastrostomía por medio de una bomba de alimentación y con jeringa cuando son cantidades pequeñas, siempre a través de su gastro. Es portadora de corsé de contención y férulas de manos.

Por tanto y es fácilmente deducible como se puede observar en la foto del inicio;  la silla de ruedas infantil adaptada además de la niña “carga con”: respirador y tubos, ambú, aspirador de secreciones, monitor de constantes, mochila con enseres de aseo, agenda escolar, ropa de cambio, mochila portátil de oxígeno, lo necesita con frecuencia a los largo del día.

Y su madre, que ha de venir a traer y recoger a su hija diariamente al colegio en un autobús público tras la negativa de la Dirección del Área Territorial Madrid Centro de que los alumnos con oxígeno no pueden ir en las rutas escolares acompañados de un familiar o persona en quien delegue (aplicable hace unos 3 años esta medida restrictiva), lleva encima: el segundo respirador por si falla el primero y su bolso de mano personal.

Y ahora llega ya la denuncia, creo que eran necesarios estos largos previos para poder entender mejor lo que a continuación pasó:

9 de Octubre de 2019.- Norma, la madre de la alumna, esa mañana como todas las familias que llevan a sus hijos a la escuela en una gran ciudad, va deprisa para no perder el autobús  y aprovecha que está abierta la puerta de atrás y sube por la rampa a su hija.

El procedimiento es que la madre hubiera pulsado antes un botón que avisa al conductor.

Dicho señor que no dudo de que sea humano, pero que deja mucho que desear en empatía y solidaridad, monta un “escándalo”, hace bajar a madre e hija y les obliga a subir por la puerta delantera con la consiguiente dificultad para introducir la silla de ruedas infantil adaptada,  sin parar de gritar e increpar a la madre y sin tener en cuenta que había una niña de 3 años que vivía una escena lamentable, alguien que gritaba a su madre y que el resto de los pasajeros le rogaban que se callase ya, caso omiso que hizo el profesional del autobús.

¿Y por qué nos enteramos de este suceso?

Ya he comentado en otros momentos, que algunos alumnos han de pasar diariamente por Enfermería con el acompañante, en este caso la madre que además de contarnos como ha pasado la tarde y noche su hija, establecemos una complicidad muy necesaria y por la cara que trae la mamá deducimos como ha transcurrido la noche.

Ese 9 de Octubre, Norma traía mala cara y el arte de la observación enfermera nos llevó a preguntar: ¿qué te pasa hoy?, no preguntamos ¿qué le pasa a la niña?.

Nos contó, ya ni sé cómo calificar este episodio y antes de irse pusimos la reclamación en la página de la Consejería de Transportes Madrileña, en la EMT.

A fecha de hoy, ha recibido la madre el nº de expediente dado que el escrito ha sido admitido y que recibirá respuesta lo antes posible.

 Y esta gran campeona es feliz en un mundo o mejor dicho unos habitantes que deben mejorar y mucho.

En el colegio todos los profesionales nos esforzamos por que ella y todos los alumnos estén en buenas condiciones para acudir al aula, aprender y sobre todo y no menos importante, les queremos y se lo demostramos, ellos nos responden y nos roban el corazón con la mejor de sus sonrisas.

La sociedad y su ritmo vertiginoso no pueden ignorar y dejar de defender a las personas más vulnerables que nos necesitan porque dependen de los demás para vivir y es nuestra obligación moral y ética desde nuestras respectivas competencias profesionales favorecer la VIDA en el más amplio sentido de la palabra.

Probablemente, una asignatura pendiente y que se debe impartir desde los 0 años y durante toda la vida es la HUMANIZACIÓN, suele venir de serie pero algunos la pierden por el camino y hay que actualizarse si no queremos que si alguna vez nos toca la mala rifa que puede ocurrir a cualquier edad, nos traten tan mal o bien como tratamos a los demás.

Festivo hoy sábado, vamos con la canción que acude mientras escribo a mi mente y tarareo:
"Tú que eres tan guapa y tan lista / Tú que necesitas un príncipe un dentista / Tú…estás a mi lado / Y el mundo me parece más amable más humano".

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