jueves, 16 de septiembre de 2021

Lo que nadie ha comentado del Atlético de Madrid – Oporto

(AZprensa) Anoche se celebró el partido de fútbol de Liga de Campeones entre el Atlético de Madrid y el Oporto. Todos los medios de comunicación se han hecho eco de los aspectos deportivos de este encuentro de fútbol, pero nadie ha comentado estos otros aspectos que tienen que ver con las personas que asistieron a dicho espectáculo.
 
Pasen, vean y alucinen:
 
1.- Para este encuentro sólo estaba permitido un 60% del aforo por eso de las medidas de prevención contra el COVID-19, claro que unos días antes en la celebración de la “Diada” en Cataluña se juntaron 400.000 personas y allí no hubo límite de aforo. Es decir, si a los políticos les interesa algo, no ponen ningún impedimento para que haya una multitud apretujada, pero si es para algo que ni les va ni les viene, pues que se j… los ciudadanos.
 
2.- A la entrada del recinto no se tomó la temperatura ni se echó gel en las manos de los espectadores, tal como se había hecho unos días atrás en ese mismo estadio. ¿Es que ya no era necesario porque no existe apenas riesgo de contagio pero unos días antes sí? Y de ser así ¿por qué, entonces el límite de aforo? ¿O es que toda esa parafernalia de gel no sirve para nada? Porque además, en cuanto a la fiebre, el que tiene más de 37,5ºC de fiebre no va al fútbol por la noche, se queda en su casa, al menos así ha sido durante toda la historia de la civilización humana.
 
3.- A la entrada de los servicios, dentro del estadio, había una persona controlando que nunca hubiese dentro más de 7 personas, por eso de evitar aglomeraciones, lo cual provocaba unas enormes colas de gente apretujada en el exterior esperando su turno para entrar. Es decir, dentro del servicio es peligroso estar muy juntos unos a otros, pero al otro lado de la puerta, en el pasillo, no hay ningún riesgo si todos están apretujados.
 
Y ahora viene el punto 4 y el más vergonzante de todos:
 
4.- No se permitía entrar comida al estadio (ni un simple bocadillo), sólo una botellita de agua, y en los bares del interior del estadio sólo se vendía agua, es decir: Vender Coca Cola, Fanta, café, cerveza sin alcohol, etc. tiene un riesgo enorme de provocar contagios del virus, mientras que vender sólo agua no tiene riesgo; y el mismo riesgo de grave contagio existiría si vendiesen bocadillos o perritos calientes como antes. Muy lógico todo ello, pero… aún hay más: Hasta los pasillos interiores del estadio llegaba un olorcillo de pizza, croquetas, hojaldres calentitos, etc. ¿Qué era eso que podíamos oler pero no podíamos ver ni por supuesto comer? Pues era el fastuoso buffet que se ofrecía a los adinerados que habían sacado su localidad en palcos VIP, a esos se les agasajaba con todo tipo  de manjares (el precio ya estaba incluido en el de su entrada VIP) pero a los demás mortales… sólo agua. Conclusión: Si los pobres comen se contagian del virus, pero si los ricos comen, no. Muy lógico todo ello.
 

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