(AZprensa) Siempre creemos que es realidad todo lo
que vemos, oímos, tocamos, olemos o probamos, y sin embargo esos cinco sentidos
físicos en los que tanto confiamos no son nada de fiar, es más, nos engañan en
muchas ocasiones. Nada es lo que parece... ni siquiera cuando nuestros sentidos
nos lo dicen.
Mira la imagen que acompaña este post: parece que se
mueve, y sin embargo es una imagen fija; pero no sólo es la vista quien nos
engaña, también lo hacen los demás sentidos.
No podemos fiarnos ni de nosotros mismos.
Como ejemplo, vayan estos cinco enlaces en donde
podéis comprobar cómo nos engaña cada uno de ellos:
La vista
nos engaña
Ninguno de nuestros sentidos es fiable. Mira la
imagen que acompaña este post: parece que se mueve, y sin embargo es una imagen
fija; pero no sólo es la vista quien nos engaña, también lo hacen los demás
sentidos. Pero lo más sorprendente es que no se trata de una espiral sino de círculos concéntricos. ¡Compruébalo!
El tacto
nos engaña
La cosa es bien sencilla, si tocas la superficie de
cualquier cosa (solo un poco para que el detalle de su forma no lo descubra)
sin que a su vez estén presentes los otros cuatro sentidos, es decir sólo con
el tacto, comprobarás que realmente te resulta difícil acertar de qué objeto se
trata.
El gusto
nos engaña
También el gusto nos engaña.
Por ejemplo: ¿has tomado alguna vez un helado con
sabor a vainilla?
Pues te aseguro que no.
¿Cómo que no?
Muy sencillo: la vainilla no es un sabor sino un
olor, pero nuestros sentidos nos engañan y nos hacen percibirlo como un sabor.
El olfato
nos engaña
Realmente el olfato es el sentido más fácil de
engañar. Puedes comprobarlo entrando en una habitación en la que haya un olor
fuerte cualquiera. Al cabo de unos instantes, dicho olor desaparecerá. Sin
embargo el olor no desaparece, es solo una ilusión, lo que sucede es que las
células nerviosas del sistema olfativo se saturan y dejan de enviar las señales
al cerebro.
Más fácil aún, puedes oler una flor o un perfume, al
cabo de un rato con la nariz pegada al mismo, dejarás de olerlo aunque dicho
olor siga allí igual de presente que al principio.
El oído nos
engaña
No es muy frecuente encontrar ilusiones acústicas,
pero aquí tienes una: la escala Sephard (si escribes esto en Google encontrarás
mogollón de información al respecto). La descubrió el psicólogo Roger Shepard y
se trata de un mismo tono musical que se repite a intervalos; sin embargo
nuestro oído (mas bien nuestro cerebro) lo interpreta como si dichos tonos
fuesen subiendo. Aquí tienes un enlace de Youtube donde puedes escucharlo. Sí,
escúchalo varias veces y creerás firmemente que se trata de una escala
ascendente aunque se trata de un mismo tono repetido igual una y otra vez.
Puedes oírlo cuantas veces quieras y te sentirás igual de engañado por tus
sentidos. Si quieres comprobar que es el mismo tono, dale a la pausa después de
escucharlo, y al cabo de un instante dale al play y tras escucharlo de nuevo la pausa. Así comprobarás que es el
mismo tono aunque al escucharlo sin pausas te engaña y te hace creer que se
trata de una escala.
Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon: https://www.amazon.com/author/fisac
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