(AZprensa)
Voy a compartir en esta ocasión una decisión que tomé para ahorrar dinero a la
hora de hacer folletos publicitarios: Dejar bien claro que la propiedad de los
folletos pertenece a la empresa que ha pagado a los creativos (sean
independientes o sea una Agencia de Publicidad) y a las imprentas. Porque ¿qué
es lo que sucede en casi todas las empresas?...
La
empresa encarga (a un dibujante externo o a una agencia) el diseño de un
folleto… y les paga por ello. Después encarga a una imprenta o a la Agencia que
lo diseñó la impresión del mismo… y le paga por ello. Al cabo de un tiempo, la
empresa tiene necesidad de más ejemplares del folleto, hay que hacer una
reedición del mismo. ¿Y qué se hace entonces? Se pide a la Agencia o a la
imprenta que lo imprimiera la vez anterior, que haga esa reedición. Así las
cosas, se ha dejado en manos de la Agencia o la imprenta la propiedad de ese
folleto, y la empresa –si quiere luego una reedición- tienen que acudir a ellos
para que la hagan y no tiene la oportunidad de pedir presupuesto a otras
imprentas. Y quizás si en esta segunda ocasión pidiese presupuesto a otras
imprentas se encontraría con que esa reedición le iba a salir más barata, pero
no puede hacerlo porque no tiene los fotolitos necesarios para esa reimpresión,
se lo ha quedado la imprenta que los utilizó la primera vez.
Por
consiguiente hay que dejar bien claro a Agencias e imprentas, que una vez ellas
han sido elegidas para realizar esos folletos, una vez terminado el trabajo,
deben entregar a la empresa los fotolitos. Si más adelante se decide hacer una
reedición, lo lógico será pedir presupuesto a ellos, pero no sólo a ellos.
¿Acaso no es costumbre pedir siempre tres presupuestos para comparar? Pues
entonces ¿por qué no se hace cuando se trata de reimpresiones? Simplemente
porque la empresa anunciante no ha exigido que le den a ella los fotolitos una
vez terminado el trabajo.
De
esta forma, cada vez que se necesitaba una nueva reedición, pedíamos
presupuesto a tres imprentas y a la que fuese más barata en esta nueva ocasión,
se le concedía el trabajo.
E
incluso hay otra ventaja más. Hay muchas ocasiones en que se decide hacer un
nuevo folleto pero aprovechando la portada o el interior o alguna página de lo
que fue el folleto anterior. En este caso, el dibujante o Agencia sólo tendrá
que hacer el arte final de las páginas nuevas, porque de las que se repiten ya
tendremos nosotros los artes finales y los fotolitos, y así se los haremos
llegar a la imprenta que tenga que realizar este nuevo trabajo.
Por
supuesto que es más cómodo que el Jefe de Publicidad tenga un solo interlocutor
(la Agencia de Publicidad) y que esta se ocupe de todo y el Jefe de Publicidad
sólo tenga que ir dando el visto bueno… pero esto es más caro que si el Jefe de
Publicidad toma el mando y dirige todos y cada uno de los pasos. Y esto no
significa prescindir de las Agencias de Publicidad, ¿sabéis por qué?
Porque
el ahorro que se obtiene con esta forma de trabajo no es dinero “ahorrado” sino
dinero que se emplea en hacer más publicidad y una parte de ese dinero acabará
de nuevo en las Agencias de Publicidad para realizar otras campañas.
Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon: https://www.amazon.com/author/fisac
“De la Publicidad al Periodismo”: https://www.amazon.es/dp/B0D4KHNVH4
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