El Parlamento británico ha aprobado hace ya unos años la creación de
embriones “híbridos”, esto es, óvulo de animal (vaca, conejo, etc.) y células
humanas. De ahí se desarrolla un ser mezcla de hombre y animal, con el que
pretenden investigar y pasados 14 días (el que amplíen este plazo sólo es
cuestión de tiempo) destruir a esos engendros a los que llaman “quimeras”.
Los legisladores británicos han demostrado que la curiosidad científica está
por encima de la lógica más elemental, del respeto al orden natural. ¿Se
sentirán ellos también quimeras y desean sentirse más acompañados? No se me
ocurre otra explicación.
Cuando el ser humano se empeña en dejar de ser humano, mal pintan las cosas por
aquí. Si esto es el ser humano, creo que pediré la baja...
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