Pau Viladiu fue Jefe de Oncología del Hospital San Pablo
(Barcelona) y presidió la Sociedad Española de Oncología entre 1991 y 1993;
también fue impulsor del Instituto Catalán de Oncología y director del mismo
entre 1991 y 1997. En una entrevista realizada para mi revista “Información al
Día” le pregunté si, en su opinión, existía el médico ideal. Esta fue su
respuesta:
“La personalidad de un médico ha de tener como raíz un
concepto: la comunicación. La capacidad de relacionarse con el enfermo y su
familia, de comprender realmente sus problemas desde la óptica del que sufre, y
no del que ha de tratarlo, es esencial para que los médicos seamos más eficaces
en nuestra profesión. Lo básico sigue siendo conocer los mecanismos emocionales
del paciente y de la persona”.
Bellísimas y certeras palabras que, por desgracia no se
cumplen en la vida real salvo escasas excepciones. Pero quizás llegó a pensar y
sentir así Pau Viladiu porque él, además de médico era artista, desde el barro
a los lienzos, sin dejar de lado la literatura. Médico y humanista, médico y
ser humano, en la más amplia acepción de la palabra. Pero, de sus opiniones
como artista, hablaremos mañana...
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