Para uno de los grandes líderes que ha tenido el mercado
farmacéutico, Tom McKillop, el principal activo de una empresa son sus
empleados: “Si os fijáis en la valoración de cualquier compañía farmacéutica,
los empleados representan alrededor del 10 por ciento del valor de
capitalización de mercado de la compañía. Pues bien, casi el 90 por ciento del valor
de las compañías está en sus empleados. Es el capital intelectual que los
empleados tienen lo que las hace tan valiosas”.
McKillop aprovechaba cualquier momento para su mensaje de
optimismo y confianza total en el quipo humano, instándoles a contribuir de
forma activa: “Tenemos que hacer que nuestra compañía sea el tipo de compañía
en la que todo el mundo quiere trabajar, que sea su primera elección, y para
ello debemos tener una atmósfera creativa y entusiasta, en la que los empleados
sientan que tienen oportunidad de expresar sus ideas. La compañía en su
conjunto tiene que estar construida alrededor de ese capital intelectual, el
valor de la gente que está en la compañía. Esto también significa liderazgo, en
todos los niveles”.
Ojalá estos pensamientos y
actitudes, que no eran solo palabras sino también hechos, estuviesen presentes
con más frecuencia en todas las empresas, en vez de constituir la excepción.
En la imagen Tom McKillop (izquierda) junto al presidente
de AstraZéneca en España, Carlos Trias, durante una de sus visitas a nuestro
país, en las que siempre aprovechó para tener un contacto personal y cercano
con los empleados.
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