Cuando el laboratorio AstraZéneca se transformó –merced a su
fusión- en el tercero más grande e importante del mundo, la investigación era
la base: más de siete millones de euros dedicados a investigación cada día del
año. Según sus máximos dirigentes, para conseguir ese crecimiento era necesaria
una organización de I+D creativa y productiva, capaz de proporcionar una
corriente continua de nuevos e innovadores productos, así como crecer de manera
especial en aquellos países con mayor potencial futuro. Pero nada de esto es
posible sin tener en cuenta el equipo humano y profesional que forma cualquier
compañía.
En la imagen: Sede central de investigación de la compañía en Södertalje (Suecia).
En la imagen: Sede central de investigación de la compañía en Södertalje (Suecia).
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