lunes, 13 de julio de 2015

El paternalismo del médico debería ser historia

(El Inefable) La Universidad de Málaga ha puesto en marcha el I Curso de Experto Universitario en Ética para Sanitarios. Su director, el catedrático de Medicina Preventiva y presidente de la Comisión de Deontología del Colegio de Médicos de Málaga, Dr. Joaquín Fernández-Crehuet, ha destacdo con este motivo la importancia de la ética en Medicina y la necesidad que tienen los médicos de olvidar el tradicional sistema paternalista y respetar el derecho a la información y la toma de decisiones por parte del paciente.

Según expone, ser médico exige dos compromisos profesionales, la obligación de ser competente y el compromiso  ético   que obliga a adquirir  unas actitudes y habilidades para atender al paciente como corresponde a una persona dotada de una dignidad inviolable: “Nuestros pacientes no son complejos mecanismos que no funcionan; son seres humanos que exigen una atención individualizada desde el respeto y la confianza”.

Por eso reconoce que el principal reto ético de la actividad profesional del médico es “sin duda el de humanizar la asistencia sanitaria. La medicina actual debe abandonar el paternalismo de otros tiempos y reconocer y respetar  el derecho del paciente a decidir libremente, después de recibir la información adecuada, sobre las opciones clínicas disponibles. Es un autentico deber del médico respetar el derecho del paciente a estar informado en todas y cada una de las fases del proceso asistencial. El médico debe  disponer del consentimiento informado ante cualquier técnica diagnostica o terapéutica que pueda suponer un riesgo. La  ética médica obliga a tratar al paciente como alguien que tiene capacidad y derecho  a conocer y a decidir. La buena praxis médica se fundamenta en la confianza y el buen entendimiento con el paciente”.

Los Comités de Deontología de los Colegios de Médicos velan por el cumplimento de estos deberes: “Sus artículos representan auténticos compromisos éticos que los médicos contraemos  públicamente para garantizar a la sociedad un adecuado nivel de calidad  en la atención sanitaria.  Hasta el punto que su incumplimiento puede suponer una san­ción disciplinaria del Colegio”..

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