(El Inefable) El proyecto del próximo Real Decreto de Precios y Financiación de medicamentos
establece que la Sanidad pública no financiará ningún medicamento que no exija
receta. Esto conllevará además que la Agencia Española de Medicamentos y
Productos Sanitarios (Aemps) revise todos los medicamentos para ver cuáles de
ellos son susceptibles de ser calificados a partir de ahora como “sin receta” y
de esta forma excluirlos de la financiación, con lo que la Sanidad pública
española cada vez será menos gratuita al quedar notablemente mermado el número
de productos susceptibles de ser recetados y financiados por el Sistema
Nacional de Salud. En realidad esta medida no es nueva, sino sólo una vuelta de
tuerca más, ya que en el año 2012 el ministerio de Sanidad quitó de la
financiación pública un total de 417 fármacos.
Una investigadora
del Centro de Estudios de Salud y Económicos (CRES), Laura Pellisé, ha hecho
unas declaraciones indicando que ve aspectos positivos en esta medida, toda vez
que:
-Reducirá el número
de visitas que se hacen a los médicos (está claro que si cada vez te van a
recetar menos o incluso nada, para qué vas a ir al médico).
- Reducirá el
absentismo laboral (por la misma razón anterior, ya no tendrá sentido ir al
médico y perder horas de trabajo, bastará con ir a la farmacia al salir del
trabajo).
- Liberará recursos
(esto es, como habrá menos pacientes, serán necesarios menos médicos a quienes
pagar su salario correspondiente)
E igualmente ha
señalado que sólo ve un punto negativo, que los precios de los medicamentos que
ya no pague la Sanidad pública subirán de precio. A ella no debe importarle
mucho este aspecto, ya que ha añadido que esto es un hecho menor (es decir, el
que todos los ciudadanos tengamos que pagarnos a partir de ahora más
medicamentos de nuestro bolsillo, los cuales además subirán de precio, es para
ella un “hecho menor”) y en cambio ve muy positivo el beneficio que aportará a
todos los niveles (ese “a todos los niveles” en realidad sólo es un nivel: las
arcas del Estado).
ÚLTIMA HORA: Varios asesores jurídicos han transmitido que “es del todo imposible” que este decreto esté aprobado antes de ocho meses (las cosas de palacio van despacio) y como las elecciones generales serán en noviembre, la cosa queda en el aire... de momento.
ÚLTIMA HORA: Varios asesores jurídicos han transmitido que “es del todo imposible” que este decreto esté aprobado antes de ocho meses (las cosas de palacio van despacio) y como las elecciones generales serán en noviembre, la cosa queda en el aire... de momento.
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