(AZprensa) La
venta de medicamentos de prescripción a través de Amazon ya es una realidad en
Estados Unidos y quizás el modelo llegue a implantarse en un futuro en otros
muchos países.
Cuando
en España leemos titulares como “Amazon venderá medicamentos con receta”, el
sector sanitario se lleva las manos a la cabeza, pero hay que seguir leyendo y
no quedarse sólo en el titular. Eso sí, con esta medida hay algunos que salen
perjudicados y otros no. Analicemos…
Paciente:
El paciente es el gran beneficiado (en principio) porque para poder comprar medicamentos con
receta a través de Amazon (de momento no es posible en España) sólo tiene que
registrarse en una plataforma segura creada para este fin por Amazon. Cuando
vaya al médico y este le recete los medicamentos, le dirá al médico que envíe
su receta a esta plataforma. Una vez hecho esto, el paciente los podrá comprar
a través de Amazon a muy buen precio (a veces con rebajas muy importantes) y
recibirlos cómodamente en su casa. Eso sí, ya se aclara que ciertos
medicamentos como los opiáceos y algunos más de singulares características no
se podrán adquirir a través de Amazon.
Médico:
Para el médico todo sigue igual. Será el médico quien extienda la receta sólo
que en esa plataforma y sabrá que el paciente va a adquirir ese medicamentos y no
otro, así como seguir las indicaciones que le haya dado.
Farmacias:
Para el sector de las farmacias es un palo muy gordo ya que sustituye a las
farmacias con el incentivo de rebajas de precios y servicio a domicilio, aunque
no puede ofrecer el trato personal y consejo que siempre dan los farmacéuticos.
Si los pacientes sólo se guían por el precio y la comodidad de recibirlo en casa,
las oficinas de farmacia estarían en peligro de extinción y si estas desaparecen, también desaparecerá con ellas el trato personal y consejo farmacéutico.
Mayoristas:
El sector de la distribución será el mayor damnificado porque Amazon ha
mostrado su vocación de convertirse en mayorista ya que ahí radica la
posibilidad de comprar directamente a los laboratorios grandes volúmenes de
medicamentos y así obtener rebajas en los precios para trasladarlas después (en
parte) a los pacientes.
Laboratorios: Para los laboratorios todo seguirá igual, aunque ahora tendrán que tratar con un nuevo "mayorista" que por sus enormes volúmenes les obligará a rebajar los precios bastante más de lo que pensaban.
Tal
como está implantado el sector sanitario en España es muy difícil que el modelo
de Estados Unidos se traslade a nuestro país, pero -por si acaso- quienes deben estar alerta
son –sobre todo- los farmacéuticos y los mayoristas.
"La industria farmacéutica por dentro", de Vicente Fisac. Disponible en Amazon, en ediciones digital e impresa:
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