domingo, 22 de noviembre de 2020

Griezman: De Diezman a Grisman

(AZprensa) Griezman es un ejemplo para todos los jóvenes de lo que no se debe hacer, de cómo la ambición desmedida echa por tierra una carrera prometedora.
 
Era un buen jugador en la Real Sociedad, lo que le llevó a fichar por un equipo grande, el Atlético de Madrid. Allí se convirtió en la estrella del equipo (todo el equipo jugaba para él), era el mejor pagado, y ocupaba espacios en los diarios deportivos casi a la misma altura que Messi y Cristiano Ronaldo.
 
Sin embargo (ambición y desagradecimiento al club que le había dado todo) decidió fichar por el Barcelona. Dijo que quería ganar más títulos, pero se olvidó que cuando llegó al Atleti, este equipo acababa de ganar la Liga y que con él nunca más la ganó; se olvidó que llegó a una final de Champions con el Atleti y que él falló un penalti en la recta final del partido que le hubiera dado ese título… y para remate, en la tanda final de  penaltis para desempatar falló otra vez el suyo.
 
Pensaba que iba a ser la estrella del Barcelona que tomaría el relevo a Messi y aceptó cobrar menos que en el Atleti con tal de firmar con el Barcelona.
 
Pero llegó allí y se ha convertido en un suplente. Vagabundea por el campo pidiendo a modo de limosna que le pasen un balón, y los compañeros rara vez se lo pasan. No marca goles, no tira las faltas ni los penaltis, casi nunca juega un partido completo porque siempre es sustituido o sale al final unos pocos minutos. Y encima, si ya su contrato de cuatro años en el Barcelona le reportaba menos dinero que lo que hubiera ganado en el Atleti, la directiva quiere bajar un 30 por ciento los ingresos de la plantilla.
 
Griezman ya no ocupa portadas. Es un suplente que pasa de forma gris por los estadios, como un alma en pena.
 
Si hubiera seguido en el Atleti hubiera ganado más dinero, seguiría siendo la estrella del equipo, todos los medios de comunicación lo seguirían elogiando, y hasta es posible que hubiera seguido ganando títulos, cosa que de momento no ha logrado con el Barcelona.
 
Tomadlo como ejemplo de lo que no se debe hacer: es mejor ser cabeza de ratón que cola de león, y la palabra “agradecimiento” debería tener siempre un lugar destacado en nuestro corazón y en nuestro comportamiento. Por eso ha pasado de ser un "Diez" man a ser un "Gris" man.


Biografía de un deportista que se lo tomó con humor...

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