Austria castiga a los no vacunados

(AZprensa) Todos los medios de comunicación (palmeros entusiastas de las instrucciones que da el Gobierno) han llenado las portadas con la noticia de que Austria va a castigar a todos lo que no han querido ponerse la vacuna contra el COVID-19. El castigo consistirá en que no podrán divertirse. ¿Cómo es esto?
 
A todos los que no se hayan puesto la vacuna sólo se les permitirá salir de su casa para ir a trabajar o para las cuestiones más básicas (como ir al supermercado, a la farmacia o al médico), todo lo demás les estará prohibido ya que se exigirá “pasaporte vacunal” para entrar a cualquier lugar de ocio (cines, teatros, fútbol, bares, restaurantes, centros comerciales, etc.).
 
Según la lógica ilógica que sigue el Gobierno de Austria, si van a un espectáculo deportivo, a un centro comercial, a un restaurante, etc. pueden contagiar a otras personas aunque ellos estén perfectamente sanos; por el contrario, si van a trabajar, usan el transporte público o van a comprar comida, en estos casos, aunque estén enfermos no contagiarán a nadie. Esa es su lógica ilógica.
 
Y aquí en España, el Gobierno está encantado de restregar en la cara de todos los ciudadanos este ejemplo para que vayamos tomando nota y no nos pille de sorpresa cuando nos apabullen con nuevas restricciones.
 
Todo sea por nuestra salud, nos dice el Gobierno, sin darse cuenta que la salud mental de quienes ponen estas medidas está gravemente dañada.
 

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