(AZprensa) Si eres lector del diario “El País” o ves
cualquier canal de televisión en España, no sabrás que un boxeador español
(Sandor Martin) ha entrado en la élite del boxeo mundial al derrotar este mes
al cuatro veces Campeón del Mundo (Mikey García). Si se tratase de otro
deporte, aunque fuese minoritario, sí que habrían destacado la gesta de ese deportista
español, pero los diarios nacionales y las televisiones, como fieles aliados de
la izquierda progre, ningunean al boxeo a pesar de que este deporte está incluido
en las Olimpiadas, tiene miles de seguidores y una larga tradición de campeones
en España; incluso este mismo boxeador (Sandor Martin) es campeón de Europa.
Pero en el caso de “El País” la hipocresía alcanza tintes
insospechados: El diario “El País” se rige (en teoría) por unos sólidos
principios y normas, los cuales vienen recogidos en su “Libro de estilo”. Uno
de sus capítulos hace referencia a las “singularidades” propias de esta
publicación, entre las cuales nos llama la atención la “singularidad
informativa 1.32”.
Dice en este punto que “La línea editorial del periódico es contraria al fomento del boxeo, y por ello renuncia a recoger noticias que contribuyan a su difusión”. Hasta aquí todo normal, ya que cada cual escribe sobre lo que quiere y si este periódico no quiere dar ninguna noticia sobre boxeo está en su derecho de seguir ese criterio, aun cuando eso suponga hurtar al lector de sus secciones deportivas unas noticias que son claramente de interés informativo como cuando un boxeador español gana un campeonato internacional, por citar solo un ejemplo.
Pero veamos lo que añade también en este punto: “El periódico no publica informaciones sobre la competición boxística, salvo las que den cuenta de accidentes sufridos por los púgiles o reflejen el sórdido mundo de esta actividad”. ¡Toma ya! Resulta que tiene como principio no hablar de boxeo, pero si la noticia es mala, entonces sí.
¿Dónde queda su principio de “acoger todas las tendencias, excepto las que propugnan la violencia para el cumplimiento de sus fines”? ¿Acaso esos tristes episodios que se producen muy de tarde en tarde cuando algún boxeador muere o está grave tras un combate no son “episodios violentos”? ¡Ah, pero eso sí, porque como va en contra del boxeo sí lo publica, pero lo bueno no. No publica nada de la labor social que hace el boxeo sacando de la calle a jóvenes descarriados que gracias a este deporte se insertan en la sociedad. Y por supuesto, si algo llena las páginas de “El País” es la violencia, con informaciones todos los días sobre guerras, muertes, violaciones, asesinatos…
“El País” se contradice a sí mismo, incumple sus propios
principios de libertad de información (“acoger todas las tendencias”) y se
muestra como un hipócrita que tira flores a sí mismo diciendo que no habla de
boxeo porque es violento, pero luego tienen todas sus páginas llenas de
informaciones violentas (violencia en el deporte, violencia de género,
violencia en conflictos armados, violencia en revueltas callejeras…).
Más información sobre esta gesta de un deportista español:
Dice en este punto que “La línea editorial del periódico es contraria al fomento del boxeo, y por ello renuncia a recoger noticias que contribuyan a su difusión”. Hasta aquí todo normal, ya que cada cual escribe sobre lo que quiere y si este periódico no quiere dar ninguna noticia sobre boxeo está en su derecho de seguir ese criterio, aun cuando eso suponga hurtar al lector de sus secciones deportivas unas noticias que son claramente de interés informativo como cuando un boxeador español gana un campeonato internacional, por citar solo un ejemplo.
Pero veamos lo que añade también en este punto: “El periódico no publica informaciones sobre la competición boxística, salvo las que den cuenta de accidentes sufridos por los púgiles o reflejen el sórdido mundo de esta actividad”. ¡Toma ya! Resulta que tiene como principio no hablar de boxeo, pero si la noticia es mala, entonces sí.
¿Dónde queda su principio de “acoger todas las tendencias, excepto las que propugnan la violencia para el cumplimiento de sus fines”? ¿Acaso esos tristes episodios que se producen muy de tarde en tarde cuando algún boxeador muere o está grave tras un combate no son “episodios violentos”? ¡Ah, pero eso sí, porque como va en contra del boxeo sí lo publica, pero lo bueno no. No publica nada de la labor social que hace el boxeo sacando de la calle a jóvenes descarriados que gracias a este deporte se insertan en la sociedad. Y por supuesto, si algo llena las páginas de “El País” es la violencia, con informaciones todos los días sobre guerras, muertes, violaciones, asesinatos…
Más información sobre esta gesta de un deportista español:
https://azpressnews.blogspot.com/2021/10/los-medios-de-comunicacion-no-dicen.html
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