(AZprensa) Si una
persona acaba de venir y lo ha pasado fatal cubriendo un bombardeo, ¿qué le
digo? “Muchas gracias, buen trabajo ¿Qué tal estás?”. No, esto no basta. Tienes
que poder sentarte y hablar con esa persona, escuchar sus experiencias,
interesarte por su estado físico y anímico. Saber escuchar forma parte del buen
periodismo. Y luego, por supuesto, vendrán las preguntas.
Si miráis la
lista con la relación de puntos del estrés agudo, podéis leer: Pensamientos o
recuerdos que causan problemas, sueños que causan problemas actuando o
sintiendo que están volviendo a ocurrir, recordar el acontecimiento sintiendo
preocupación y teniendo –por ejemplo- palpitaciones, sudores, mareos,
dificultades para dormir, irritabilidad, dificultad de concentración, mayor
conciencia de peligro o miedo ante algo inesperado.
Mi amigo de
Beirut ¿qué problemas de esta lista tenia? Pues casi todos. Esto es normal, y
volvemos a lo que decía antes: ¿Cuántos seres humanos hay en esta sala? Somos
seres humanos y todo esto son reacciones normales a los acontecimientos que amenazan
la vida. Así es como estamos programados; son los síntomas de reacción de
supervivencia, la forma en que nos comportamos cuando algo nos amenaza la vida.
Si
comprendemos que el periodista puede pasar por todo esto, que son cosas
normales, y que con ayuda, comprensión, y un periodo de descanso puede mejorar,
contribuiremos a favorecer el buen periodismo y a que haya mejores periodistas.
(Cont...)
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