(AZprensa) P.- Hemos hablado de cómo puede influir la nueva cultura
del trauma y del periodismo, cómo tratar los acontecimientos y cómo se puede
proteger el periodista ante los hechos traumáticos, pero ¿cómo incide esta
nueva forma de afrontar los hechos en su trabajo? Quiero decir, ¿mejorarían sus
textos, o sea, lo que ofrece al lector o al oyente?
R.- Bueno,
voy a hacer una analogía. Si eres un reportero de fútbol, vas a un partido y
tienes que saber un poco las reglas del juego. Si eres un reportero financiero,
tienes que entender cómo funciona la Bolsa; nadie va a cubrir la información
bursátil sin entender qué son los bonos, las opciones de futuro, etc.
Pero en el
periodismo del trauma... os voy a dar un ejemplo: Un reportero de televisión
estaba en Beslam, delante de la escuela en el primer aniversario del sitio de
Beslam. Estaba ahí con el micrófono y le dijo a la cámara “Estoy aquí, enfrente
de la Escuela de Beslam. Esta es una comunidad traumatizada y no se va a
recuperar nunca”. ¿Nunca? Tenéis reciente el 11-M. ¿No se va a recuperar Madrid
nunca? Os invito a que os fijéis en afirmaciones de este tipo que hacen con
frecuencia muchos periodistas, y que simplemente reflejan que no entienden el
alcance real de la situación y de las reacciones humanas.
En otro
ejemplo tenemos un padre británico que acaba de perder a su hijo en la guerra
de Irak. Este padre aparece ante los medios de comunicación tranquilo y
sosegado, razonable; parece que no esté afectado. Y como periodistas, pensáis
“¿Cómo puede hablar normalmente? ¿No tendría que estar más emocionado?”. La
realidad es que cada persona es diferente y responde de distinta manera a los
traumas. Hay personas que controlan sus emociones mientras que otras se ponen
histéricas. Algunas se pasan dos o tres meses creyendo que están bien, y de
repente, un día se hunden por algo que creían que ya habían superado. Todas
estas respuestas ante los acontecimientos traumáticos son normales y son
también diferentes.
Las personas
salen de la estación de Atocha corriendo, tropezando unas con otras, cada una
de ellas con un estado de ánimo diferente. ¿Cómo puede saber el periodista a
quién debería entrevistar? ¿Cómo puede saber en qué estado de ánimo se
encontrará cada una de ellas? ¿Estás seguro que todas van a reaccionar de la
misma manera?
Hay
distintas maneras de afrontar el trauma y una de ellas es, por ejemplo, la
intrusión, que es una experiencia extrema. No puedes dejar de pensar en algo y
te encierras. Otra es la hiperactividad o hiperestimulación, cuando la
adrenalina está disparada. Se está irritado, lleno de furia, sudando, sin
poderse concentrar. Estas son sólo algunas de las formas en que la gente
reacciona ante el trauma. Si como periodista no sabes esto ¿cómo vas a
pretender entrevistar a alguna de estas personas para realizar tu información?
(Cont...)
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