(AZprensa) Eso que se llama en inglés “Consumer Healthcare” y que
vendría a ser en español algo así como “Mercado de autoconsumo de la salud”,
compuesto por productos de venta libre sin receta médica, suplementos, cuidado
personal, cuidado del paciente y nutrición, se encuentra actualmente saturado y
colapsado por un exceso de legislación y una falta total de armonización.
Para el abogado y experto en ciencias de la salud, Héctor Jausàs, “hay un defecto y un exceso de legislación al mismo
tiempo”, ya que tras
analizar los distintos marcos legales que se aplican a los medicamentos
publicitarios, productos sanitarios, productos cosméticos y alimentos, señala que “yo no hablaría de hiperregulación pero sí creo que hay
una falta de armonización en la regulación y también en la aplicación e
interpretación de las normas”, resaltando la disparidad de
criterios que existen entre países de la Unión Europea e incluso a nivel
autonómico para ejecutar las normas, siendo además España uno de los países más
estrictos en su interpretación.
Por otra parte, Camil Rodino, secretario general de la Asociación de
Empresas de Productos Dietéticos y Complementos Alimenticios (AFEPADI), ha
denunciado cómo “disponemos de más
de 100.000 páginas de legislación alimentaria, donde se recoge una normativa
extensísima, altamente restrictiva y de difícil aplicación por sus constantes
contrasentidos. Muchas veces ello provoca la creación de frenos a la
comercialización de este tipo de productos y una complejidad elevadísima a la hora
de desmarcarse de la competencia, pues como está regulado lo que las empresas
pueden y no pueden decir sobre sus productos, hay muy poco margen para la
diferenciación”.
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