(AZprensa) Preparar el menú de los astronautas no es tarea
fácil, y más complicado aún será cuando se trate de misiones de larga distancia
como el futuro viaje a Marte porque actualmente, en la Estación Espacial, cada
pocas semanas reciben un nuevo cargamento con alimentos y enseres al tiempo que
depositan allí sus desechos, algo que no será posible en viajes de más de un
año de duración.
Por ello la NASA está investigando el tipo de alimentos que
los astronautas puedan llevar en sus largas estancias en el espacio. Pero no
solo se trata de conseguir una dieta equilibrada como lo sería aquí en la
Tierra sino que deben contar con un factor importante: el volumen y peso. En
una nave espacial el espacio es un bien escaso y a mayor peso mayor necesidad
de combustible. Por consiguiente deben prepararse alimentos que ocupen muy poco
espacio, pero ¿es esto lo único que importa? Evidentemente no, porque el sabor
y la variedad juegan un aspecto psicológico muy importante.
Actualmente, por ejemplo, los tripulantes de la Estación
Espacial cuentan con 200 artículos para sus comidas, con una amplia variedad de
opciones. Un reto que habrá que superar para futuros viajes de larga duración.
En este sentido, la necesidad de consumir alimentos frescos es ineludible y de
ahí que se esté progresando en el cultivo de hortalizas en la nave espacial,
algo que ya se ha conseguido y aún debe desarrollarse más, lo cual garantizaría
una fuente constante de alimentos frescos.
En la imagen, las nuevas barritas energéticas para un
desayuno potente, que han preparado los “cocineros” de la NASA para aportar la
energía necesaria a los astronautas.
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