(AZprensa)
Herbología, homeopatía, terapias dietéticas, acupuntura, medicina conductual,
terapias de relajación… Con mucha frecuencia, los pacientes que padecen migraña
y otras cefaleas recurren a diversas terapias no farmacológicas y resulta que
en muchos casos funcionan. Pero ¿funcionan realmente? El efecto placebo del
tratamiento preventivo de la migraña y otras cefaleas es muy elevado, igual o
superior al 30% durante un mínimo de 3 meses, según nos muestran los ensayos
clínicos. Es decir, a corto plazo, muchas terapias puedan ser entendidas por
los pacientes como eficaces cuando intrínsecamente no lo son.
La
bibliografía sobre homeopatía es amplísima y no se ha demostrado de forma
consistente que su eficacia sea superior a la del placebo y desde la Sociedad
Española de Neurología (SEN) se insiste en que no se apruebe ningún tratamiento
que no haya demostrado, mediante ensayos clínicos reproducibles, unas
condiciones de eficacia y seguridad superiores al placebo.
Respecto
a las terapias herbales señalan que no se dispone –al menos en España- de
preparados herbales fiables para el tratamiento de la migraña.
En
cambio, por lo que se refiere a los suplementos alimenticios eficaces en la
prevención de la migraña, sí se dispone de evidencias científicas para la
vitamina B2 (riboflavina) y el magnesio, aunque sólo hay datos favorables en la
migraña episódica.
En
relación con la acupuntura, según la SEN se ha comprobado que existen
evidencias a favor de su uso y estudios en contra. Es un tratamiento que podría
valorarse en algunos pacientes con migraña.
La
medicina conductual, las terapias de relajación, el biofeedback y la terapia
cognitivo-conductual para el estrés son recursos que se han mostrado útiles
tanto en la migraña como en la cefalea de tipo tensión; en consecuencia, podría
considerarse su utilización en determinados pacientes, especialmente si el
estrés es un desencadenante o agravante de sus crisis.
Sobre
la eficacia de la hipnosis en la migraña y la cefalea de tipo tensión, a día de
hoy no se dispone de evidencias, aunque en algunos pacientes somatizadores y
sin salir del ámbito médico puede ser un buen recurso. Y a propósito del
tratamiento del dolor periférico regional con bloqueos de nervios craneales,
los diferentes abordajes terapéuticos de los puntos miofasciales y las
diferentes técnicas de fisioterapia, quiropráctica y otras disciplinas, señalan
que quizás pueden ser útiles pero precisan ensayos clínicos que confirmen su
eficacia.
Finalmente,
en cuanto a las terapias dietéticas, desde la SEN se indica que la relación
entre migraña y alimentación está sobreestimada. En general, las personas que
se ven afectadas por este problema lo reconocen fácilmente y evitan el alimento
o alimentos que les disparan las crisis de migraña. Los neurólogos no suelen
aconsejar dietas especiales ni restrictivas a los pacientes con migraña ya que,
a fecha de hoy, ninguna intolerancia alimentaria ni su correlato dietético han
demostrado con rigor su eficacia ni en la migraña episódica ni en la migraña
crónica.
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