(AZprensa)
El buen humor es una ayuda para superar todas las circunstancias adversas de la
vida. Pero incluso en las situaciones más trascendentales que afectan a la
salud, el humor es una receta infalible para recobrar el ánimo y afrontar
positivamente las dificultades.
Si
todas las personas deberían llevar un estilo de vida lo más saludable posible,
en el caso de los hipertensos –por ejemplo- esto es más obligado aún. La
hipertensión arterial obliga a quien la padece a una atención más seria sobre
sus hábitos de vida, alimentación, ejercicio, etc., que debe observar durante
toda su vida junto con el correspondiente tratamiento farmacológico.
Para
muchos pacientes será duro aceptar las indicaciones de los médicos, con sus
dietas que obligan a comidas sin sal, abandonar el tabaco, restringir el
consumo de alcohol, vigilar el peso... pero la primera actitud favorable será
aceptar el nuevo régimen de vida con una buena dosis de humor. De todos es
conocida la importancia que una actitud positiva y optimista tiene en la vida
de las personas.
Si
como se dice, la palabra amable y comprensiva es capaz de curar, ¿qué no hará
la sonrisa?
Sirvan
como ejemplo aquellas palabras que le dirigió un paciente a su médico:
- ¿Y usted, doctor, no hace régimen? –le
preguntó el paciente.
- Es que yo acostumbro a ir a la
consulta de otro médico más liberal –le contestó.
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