(AZprensa)
Tres de cada cuatro mujeres sufren vulvovaginitis, infección de la vulva y la
vagina frecuente en mujeres fértiles, al menos una vez en la vida. Muchas de
estas infecciones se repiten entre dos y cuatro veces al año en más de la mitad
de los casos y se deben al hongo Candida.
Lo
más importante es que ante cualquier síntoma o indicio las mujeres acudan al
especialista. Sobre todo si se cumplen algunas de estas condiciones: es la
primera vez que se sufre o los síntomas son diferentes a episodios previos, si
la paciente es menor de 16 o mayor de 60 años, si ha tenido hemorragia
menstrual anormal o flujo sanguinolento, dolor en el bajo vientre o los
síntomas no mejoran tras siete días de tratamiento.
La
vulvovaginitis es muy habitual en mujeres en edad fértil y es poco frecuente en
mujeres postmenopaúsicas debido al descenso de estrógenos y al aumento de la
atrofia vaginal durante esta etapa. De hecho, su incidencia aumenta con el
inicio de la actividad sexual y sus síntomas suelen empeorar una semana antes
del ciclo menstrual de la mujer. Se caracteriza por escozor o picor vulvar,
dolor, flujo vaginal, dolor o molestias durante el acto sexual o al orinar. Además,
esta enfermedad afecta de manera directa a la calidad de vida de las pacientes.
Diversos estudios han probado cómo las hace sentir inadecuadas, enfermas,
sienten dolor y les impide tener relaciones sociales o de pareja.
El
hongo Candida forma parte de la flora normal del cuerpo humano, se detecta en
el tracto orointestinal en el 50 por ciento de los adultos, y también puede
aislarse en el tracto genital del 20 por ciento de las mujeres asintomáticas. Los
cambios producidos en la flora vaginal normal, colonizada por lactobacilos,
pueden dar lugar a un sobrecrecimiento de la Candida y al desarrollo de una
vulvovaginitis. Las causas de ese aumento pueden ser la toma de antibióticos,
los niveles hormonales elevados durante el embarazo o los estados de
inmunodepresión.
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