viernes, 21 de septiembre de 2018

Un problema escondido


(AZprensa) Tres de cada cuatro mujeres sufren vulvovaginitis, infección de la vulva y la vagina frecuente en mujeres fértiles, al menos una vez en la vida. Muchas de estas infecciones se repiten entre dos y cuatro veces al año en más de la mitad de los casos y se deben al hongo Candida.

Lo más importante es que ante cualquier síntoma o indicio las mujeres acudan al especialista. Sobre todo si se cumplen algunas de estas condiciones: es la primera vez que se sufre o los síntomas son diferentes a episodios previos, si la paciente es menor de 16 o mayor de 60 años, si ha tenido hemorragia menstrual anormal o flujo sanguinolento, dolor en el bajo vientre o los síntomas no mejoran tras siete días de tratamiento.

La vulvovaginitis es muy habitual en mujeres en edad fértil y es poco frecuente en mujeres postmenopaúsicas debido al descenso de estrógenos y al aumento de la atrofia vaginal durante esta etapa. De hecho, su incidencia aumenta con el inicio de la actividad sexual y sus síntomas suelen empeorar una semana antes del ciclo menstrual de la mujer. Se caracteriza por escozor o picor vulvar, dolor, flujo vaginal, dolor o molestias durante el acto sexual o al orinar. Además, esta enfermedad afecta de manera directa a la calidad de vida de las pacientes. Diversos estudios han probado cómo las hace sentir inadecuadas, enfermas, sienten dolor y les impide tener relaciones sociales o de pareja.

El hongo Candida forma parte de la flora normal del cuerpo humano, se detecta en el tracto orointestinal en el 50 por ciento de los adultos, y también puede aislarse en el tracto genital del 20 por ciento de las mujeres asintomáticas. Los cambios producidos en la flora vaginal normal, colonizada por lactobacilos, pueden dar lugar a un sobrecrecimiento de la Candida y al desarrollo de una vulvovaginitis. Las causas de ese aumento pueden ser la toma de antibióticos, los niveles hormonales elevados durante el embarazo o los estados de inmunodepresión.

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