(AZprensa) La pandemia del Covid-19 ha traído asociada
otra epidemia, en este caso de exceso de información, por lo que cabe
calificarla de “infodemia”. Mucho de este contenido se viraliza por los canales
digitales con la misma rapidez con que lo hace el coronavirus en la vida real.
Los profesionales médicos sienten la necesidad de dar una información veraz y
rápida a sus pacientes y a la sociedad en general para atajar la propagación
del virus desde sus inicios.
Por eso, ante el deseo compulsivo de conocer más sobre
esta pandemia por coronavirus, hay que ser precavidos y hacer caso solamente de
fuentes fiables, tales como:
Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social
(Gobierno de España), Centers for Disease Control and Prevention (CDC), World
Heart Organization/Organización Mundial de la Salud (WHO/OMS), Hospital Clínic
de Barcelona, Universidad John Hopkins, Mayo Clinic, Cleveland Clinic, Sociedad
Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), etc. (por poner sólo unos ejemplos).
Por consiguiente, cada vez que nos llegue por redes
sociales una información sobre este asunto, lo primero que tenemos que hacer es
ver quién ha generado esa información. Sólo si es una fuente médica reconocida
podremos fiarnos de lo que dice. No nos contaminemos por bulos y noticias
falsas.
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