(AZprensa) Cuando surge una nueva pandemia se inicia la
investigación acelerada de nuevos tratamientos, pero –por muchas prioridades
que se le den- la investigación y descubrimiento de soluciones terapéuticas
llevan mucho tiempo. Sin olvidar esto, el camino más corto es tratar de
encontrar algún medicamento ya existente y utilizado para otras enfermedades,
que pueda ser eficaz en la lucha contra el nuevo agente patógeno.
Este es el caso de la hidroxicloroquina en la lucha
contra el coronavirus o Covid-19. La experiencia de los profesionales sanitarios chinos, que fueron los
primeros en enfrentarse a esta pandemia, ha puesto el foco en fármacos clásicos
como la hidroxicloroquina, un medicamento fabricado y comercializado en España
por laboratorios Rubió, cuyas indicaciones hasta el momento se han limitado al
tratamiento y la profilaxis del paludismo, la artritis reumatoide aguda o
crónica y el lupus eritematoso sistémico y discoide crónico.
Estudios realizados in-vitro han demostrado que la
hidroxicloroquina es un potente inhibidor del Covid-19 y, por su perfil de
tratamiento a largo plazo, podría posicionarse como una opción en el
tratamiento contra el virus tanto en los pacientes que han desarrollado la
infección, como en la profilaxis o prevención de la infección en personas
expuestas, como los profesionales de la salud.
Según han destacado especialistas españoles, como el Dr.
Andrés González García del servicio de Medicina Interna y Unidad de
Enfermedades Sistémicas Autoinmunes y Minoritarias del Hospital Ramón y Cajal
en Madrid, “la hidroxicloroquina es un fármaco seguro y de uso común en
patologías articulares inflamatorias como la artritis reumatoide y el lupus
eritematoso sistémico. Su actividad bactericida ya ha sido demostrada en la
práctica clínica en enfermedades infecciosas y por tanto, tiene sentido que
este fármaco pueda ser útil y mejore el pronóstico de los pacientes con
neumonía vírica por coronavirus, por su efecto antivírico e inmunomodulador”.
También el Dr. Guillermo Ruiz-Irastorza, de la Unidad de
Enfermedades Autoinmunes del Hospital Universitario Cruces, destaca que “la
hidroxicloroquina es un fármaco con una experiencia acumulada de décadas en el
tratamiento del lupus, muy seguro y con un efecto antimicrobiano - añadido a
sus propiedades inmunomoduladoras - bien demostrado en nuestros pacientes”.
Se cuenta, pues, con un fármaco ampliamente conocido (más
de 50 años de experiencia con el mismo), el cual tiene un doble efecto que
resulta útil en esta enfermedad. Por un lado, un efecto directo antivírico que
se explicaría por la inhibición, al menos parcial, del crecimiento de Covid-19
y, por otro, un efecto inmunomodulador que puede contribuir a la disminución de
esta respuesta inflamatoria destructiva para los pulmones del paciente.
Por su parte, los laboratorios Rubió, que son el primer
fabricante en España de hidroxicloroquina, comercializada bajo el nombre
comercial de “Dolquine”, se han puesto a disposición de las Autoridades Sanitarias
españolas para colaborar en cuantos estudios sean necesarios y garantizar la
producción y abastecimiento de este medicamento. Y destacar que, en este
sentido y para evitar acaparamiento y/o mala utilización de este medicamento, sólo
lo dispensará a centros hospitalarios aquellos pedidos que se realicen mediante
la aplicación de Gedstión MSE (Gestión de Medicamento en Situaciones
Especiales), siguiendo las directrices de la Agencia Española del Medicamento y
productos Sanitarios (AEMPS)
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