(AZprensa) El pasado 15 de febrero se anunció que un
asteroide llamado “163373” o “2002 PZ39” pasaría “muy cerca” de la Tierra y la
propia NASA lo calificó de “potencialmente peligroso” poniendo en alerta a la
opinión pública. Hubo que buscar y llegar hasta el final de algunas noticias
publicadas para enterarse que la distancia a la que pasaría ese asteroide sería
de casi 6 millones de kilómetros (la distancia de la Luna a la Tierra es de
384.000 kilómetros, así que ese asteroide pasó a más de 15 veces la distancia
que nos separa de la Luna).
Sin embargo, el 15 de mayo de 2018 otro asteroide,
llamado “2010 WC9” pasó a tan solo 200.000 kilómetros de la Tierra, es decir, a
medio camino entre la Tierra y la Luna, y sin embargo la NASA comunicó que no
representaba ninguna amenaza para nosotros y no debía cundir la alarma. Y en
cierto modo, sí que debería haber cundido la alarna en este caso puesto que su
presencia sólo se detectó 10 días antes de cruzar nuestra órbita.
¿A qué juegan entonces? Cuando les interesa que se hable
de algo le dan bombo y platillo aunque no haya motivo de alarma; y sin embargo,
cuando puede existir motivo de alarma se callan como p…
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