(AZprensa) Algunos países (muy pocos) se están tomando en serio el cambio climático. Para todos aquellos que no le dan importancia, sería bueno que visitasen cualquiera de los glaciares más próximos para comprobar por sí mismo cómo están en alarmante retroceso desde hace décadas, tal como atestiguan las fotografías de los mismos tomadas a lo largo de los años.
Con el cambio climático vendrá el aumento del nivel del mar, la desertización de toda la zona ecuatorial y la inestabilidad atmosférica con todo tipo de fenómenos atmosféricos sorprendiendo a los ciudadanos cuando menos se espera.
Pero como dije antes, algunos países, como por ejemplo Noruega, sí se están tomando muy en serio el cambio climático y lo vienen haciendo desde hace ya muchos años. Un ejemplo es el banco de semillas ubicado en la isla polar de Svalvard, un edificio a prueba de catástrofes que alberga toda clase de semillas para que los supervivientes a un cataclismo puedan retomar la agricultura y alimentarse.
Hoy
hablaremos, no obstante, de un ejemplo más reciente. Se trata del llamado
“Proyecto Ártico 2030” mediante el cual Noruega está dando prioridad al
desarrollo empresarial del norte de su país, considerando al mismo el “área de
prioridad estratégica más importante” y no sólo por sus recursos de gas y petróleo
sino porque con el cambio climáticos esas tierras del norte verán suavizado su
clima y se convertirán en atractivo foco para el desarrollo social y
empresarial. De momento ya han destinado a este proyecto la cantidad de 150
millones de coronas noruegas (14 millones de euros) que para un país de poco
más de 5 millones de habitantes es una buena cantidad de dinero que permitirá
impulsar el progreso en esa región.
Un pequeño país, líder en múltiples aspectos...
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