(AZprensa) Se
dice con razón que a los que gobiernan les fascina el poder y lo ejercen de la
forma más sencilla y más injusta: la prohibición. ¡Cómo les gusta prohibir!
¡Parece como si con cada nueva prohibición engordase su ego!
Pero
lo de prohibir no es lo peor; lo peor es la inequidad; y de esto estamos viendo
miles de ejemplos durante la pandemia. Hay tantos ejemplos que es difícil
elegir alguno porque todos son igual de absurdos. En fin, aquí va uno de esos
ejemplos:
Lugar:
Centro Comercial de Tres Cantos, en la provincia de Madrid.
Prohibición:
Se prohíbe a los niños (y a tal fin se precinta) el juego en una zona con
toboganes y pequeñas construcciones para trepar por ellas.
Motivo
por el que justifican esa prohibición: Evitar que los niños toquen esas piezas
y puedan contagiarse y/o propagar el virus Covid-19.
Todo
esto sucede en la planta 1 de este Centro Comercial, pero ¿Qué nos encontramos
en la planta baja? Pues en esa planta nos encontramos diversas atracciones para
niños de esa misma edad, pero esta vez no están precintadas sino listas para su
uso tan pronto se eche una moneda para ponerlas en funcionamiento.
Conclusión:
Según los responsables del gobierno de la ciudad de Tres cantos, si los niños
tocan un área de juegos gratuita propagarán el virus, pero si tocan un área de
juegos de pago no existirá ningún riesgo de propagación del citado virus.
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