jueves, 19 de agosto de 2021

Los antivacunas se pasan

(AZprensa) Los antivacunas, todos aquellos que están en contra de la vacunación contra el COVID-19, están divulgando una serie de razones que explican su rechazo a esta medida de prevención sanitaria, pero han cometido un grave error: mezclar argumentos razonables con otros con poca o ninguna base, e incluso contradictorios. Analicemos su contenido:
 
1.- Todas las vacunas ARNm están en fase experimental. Sólo tienen aprobación condicional, porque aún no se han hecho las investigaciones suficientes. (Tienen toda la razón. A causa de la emergencia sanitaria surgida, no existen estudios a medio o largo plazo, como con otras vacunas).
 
2.- La OMS (Organización Mundial de la Salud) no recomienda estas inyecciones ni para niños, ni para adolescentes. (Esto también es cierto; aún no hay estudios suficientes).
 
3.-Después de varios estudios, la probabilidad de que su hijo enferme de un efecto adverso de la vacuna es 4 veces mayor a que enferme de COVID. (No sabemos de dónde han sacado ese porcentaje, pero sí es cierto –las estadísticas lo demuestran- que el porcentaje de niños afectados por el COVID-19 de forma seria o grave es ínfimo, probablemente mucho menor que los efectos secundarios que puede provocar en ellos la vacuna).
 
4.- El riesgo de que un niño se muera de COVID-19 está por debajo del 0,000084% sobre el total de la población infantil y adolescente. Según el SEIP, en 2020 murieron en España 7 niños “por” COVID-19, todos ellos con enfermedades previas muy graves. Con ello queda excluida la emergencia para niños. (Tienen toda la razón. Los datos estadísticos están ahí).
 
5.- Los niños no pueden contagiar de Sars-Cov2 a los adultos sin más. (Por lo que se sabe hasta ahora es así.).
 
6.- Los niños vacunados tienen un riesgo significativamente mayor de enfermar de miocarditis (inflamación del músculo cardiaco; según un estudio de Gran Bretaña. (Si antes nos hablaban de datos extraídos de múltiples estudios y/o sobre grupos poblacionales muy amplios, ahora se amparan en un único estudio para apoyar sus planteamientos. Lo que dicen es cierto, pero sólo se trata de un único estudio, por lo que no se le puede dar carácter de universalidad).
 
7.- Según unos estudios de los Países Bajos la inyección de Biotech/Pfizer altera la base del sistema inmune. Aún se desconocen las consecuencias que conllevará. (Lo mismo del punto anterior: no hay suficientes estudios para darlo como un hecho universal y además ellos mismos reconocen que “no se conoce qué consecuencias puede tener eso”, es decir, quizás ninguna porque no se han hecho ni estudios ni seguimientos a tal fin).
 
8.- Estas inyecciones podrían esterilizar a tu hijo/a. En este caso nunca podría tener hijos. (En este caso lo dan por hecho basándose simplemente en lo publicado en la web “rambalibre.com”.)
 
Conclusión: Los antivacunas han argumentado su oposición a ser vacunados, en especial los niños y adolescentes, apoyados en estadísticas reales y en lo poco que se conoce hasta ahora y que como tal ha sido reconocido por las Autoridades sanitarias; sin embargo, en su afán por añadir más argumentos a su postura, se agarran a las conclusiones de algún estudio aislado o algún comentario publicado en cualquier sitio. Si en algunos puntos parecen tener razón (al menos por lo poco que se sabe hasta hoy día), en otros se agarran a unas argumentaciones muy poco sólidas. De esta forma, la razón que pueden tener en algunos puntos la desvirtúan por querer añadir más argumentos a su favor.
 

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1 comentario:

Álex Padrón dijo...

En realidad los antivacunas están aplicando a mansalva el sesgo cognitivo de la confirmación: si un dato me sirve, lo apruebo y lo esgrimo. Si no acomoda a mis intereses, lo rechazo y lo ataco.
Lo triste es que sus decisiones personales no se quedan en sus ámbitos personales: afectan a los demás y socavan el esfuerzo colectivo por salir todos a salvo de este trance. No es que no se vacunen ellos mismos, es que confunden a otros que no manejan criterios científicos.
Pero nada, con estos bueyes tenemos que arar.