(AZprensa) Los antivacunas, todos aquellos que están en
contra de la vacunación contra el COVID-19, están divulgando una serie de
razones que explican su rechazo a esta medida de prevención sanitaria, pero han
cometido un grave error: mezclar argumentos razonables con otros con poca o
ninguna base, e incluso contradictorios. Analicemos su contenido:
1.- Todas las vacunas ARNm están en fase experimental.
Sólo tienen aprobación condicional, porque aún no se han hecho las
investigaciones suficientes. (Tienen toda la razón. A causa de la emergencia
sanitaria surgida, no existen estudios a medio o largo plazo, como con otras
vacunas).
2.- La OMS (Organización Mundial de la Salud) no
recomienda estas inyecciones ni para niños, ni para adolescentes. (Esto también
es cierto; aún no hay estudios suficientes).
3.-Después de varios estudios, la probabilidad de que su
hijo enferme de un efecto adverso de la vacuna es 4 veces mayor a que enferme
de COVID. (No sabemos de dónde han sacado ese porcentaje, pero sí es cierto –las
estadísticas lo demuestran- que el porcentaje de niños afectados por el
COVID-19 de forma seria o grave es ínfimo, probablemente mucho menor que los
efectos secundarios que puede provocar en ellos la vacuna).
4.- El riesgo de que un niño se muera de COVID-19 está
por debajo del 0,000084% sobre el total de la población infantil y adolescente.
Según el SEIP, en 2020 murieron en España 7 niños “por” COVID-19, todos ellos
con enfermedades previas muy graves. Con ello queda excluida la emergencia para
niños. (Tienen toda la razón. Los datos estadísticos están ahí).
5.- Los niños no pueden contagiar de Sars-Cov2 a los
adultos sin más. (Por lo que se sabe hasta ahora es así.).
6.- Los niños vacunados tienen un riesgo
significativamente mayor de enfermar de miocarditis (inflamación del músculo
cardiaco; según un estudio de Gran Bretaña. (Si antes nos hablaban de datos
extraídos de múltiples estudios y/o sobre grupos poblacionales muy amplios,
ahora se amparan en un único estudio para apoyar sus planteamientos. Lo que
dicen es cierto, pero sólo se trata de un único estudio, por lo que no se le
puede dar carácter de universalidad).
7.- Según unos estudios de los Países Bajos la inyección
de Biotech/Pfizer altera la base del sistema inmune. Aún se desconocen las
consecuencias que conllevará. (Lo mismo del punto anterior: no hay suficientes
estudios para darlo como un hecho universal y además ellos mismos reconocen que
“no se conoce qué consecuencias puede tener eso”, es decir, quizás ninguna
porque no se han hecho ni estudios ni seguimientos a tal fin).
8.- Estas inyecciones podrían esterilizar a tu hijo/a. En
este caso nunca podría tener hijos. (En este caso lo dan por hecho basándose
simplemente en lo publicado en la web “rambalibre.com”.)
Conclusión: Los antivacunas han argumentado su oposición a
ser vacunados, en especial los niños y adolescentes, apoyados en estadísticas
reales y en lo poco que se conoce hasta ahora y que como tal ha sido reconocido
por las Autoridades sanitarias; sin embargo, en su afán por añadir más
argumentos a su postura, se agarran a las conclusiones de algún estudio aislado
o algún comentario publicado en cualquier sitio. Si en algunos puntos parecen
tener razón (al menos por lo poco que se sabe hasta hoy día), en otros se
agarran a unas argumentaciones muy poco sólidas. De esta forma, la razón que
pueden tener en algunos puntos la desvirtúan por querer añadir más argumentos a
su favor.
“Diario del caos”, el relato día a día de la pandemia que ha cambiado el mundo para que lo analices y pienses por ti mismo y no por lo que te digan en uno u otro sentido.
Disponible en Amazon, en ediciones digital e impresa.
Más información: https://amzn.to/3eJqYd8
“Diario del caos”, el relato día a día de la pandemia que ha cambiado el mundo para que lo analices y pienses por ti mismo y no por lo que te digan en uno u otro sentido.
Disponible en Amazon, en ediciones digital e impresa.
Más información: https://amzn.to/3eJqYd8
1 comentario:
En realidad los antivacunas están aplicando a mansalva el sesgo cognitivo de la confirmación: si un dato me sirve, lo apruebo y lo esgrimo. Si no acomoda a mis intereses, lo rechazo y lo ataco.
Lo triste es que sus decisiones personales no se quedan en sus ámbitos personales: afectan a los demás y socavan el esfuerzo colectivo por salir todos a salvo de este trance. No es que no se vacunen ellos mismos, es que confunden a otros que no manejan criterios científicos.
Pero nada, con estos bueyes tenemos que arar.
Publicar un comentario