(AZprensa) Los Directores de Comunicación, Jefes de
Prensa, etc. tienen que actuar muchas veces como “negros”, es decir, escribir
textos que luego irán formados por otro. Así me sucedió con frecuencia durante
mi etapa profesional en el Consejo General de Colegios de Médicos, también
conocido como Organización Médica Colegial (OMC), la institución que agrupa a
todos los Colegios de Médicos de España.
Pero esa tarea de hacer de “negro” resulta muy agradable
y “refrescante” cuando en ocasiones como la que cito hoy, se trata de escribir
el prólogo de un libro con el que estoy de acuerdo, de un autor por el que
siento un gran afecto y simpatía por su sencillez, cercanía y profundos
conocimientos, y por la oportunidad de escribir con mis propias palabras (se
puede notar perfectamente, por el estilo, que ese texto lo he escrito yo) lo
que yo personalmente pienso de ese libro aunque luego dicho prólogo vaya firmado
por otro.
Y ya, sin más, recupero aquí ese texto:
“Cuando cayó en mis manos este libro, “La colegiación
necesaria”, para escribir su prólogo, pensé que siempre son bienvenidas todas
las aportaciones que demuestren una necesidad tan evidente –pero a veces
ignorada por simple desconocimiento o por intereses contrarios- y con el mejor
ánimo me puse a leerlo.
Sin embargo, aún no había pasado del título cuando ya el
subtítulo me dejó perplejo: “La navaja de Ockham”. Hacía alusión al principio
de este agustino que “sentaba la premisa de que no se debía dar nada por
sentado”. Y acto seguido se especificaba “Libertad, Ética, Estética, Juicio,
Prejuicio y Conocimiento”, es decir, nos ofrecía adentrarnos en este asunto
desde todos los imaginables puntos de vista. Parecía evidente que no estábamos
ante un libro al uso y que la forma de abordar algo tan esencial para nuestra
profesión y para la ciudadanía, como es la garantía de autorregulación, nos iba
a ofrecer una perspectiva diferente.
Desde la Organización Médica Colegial hemos reiterado en
numerosas ocasiones la capacidad demostrada de autorregulación o co-regulación
de la profesión médica, de control universal obligatorio, del mantenimiento de
un sistema de alerta permanente contra las desviaciones del ejercicio
profesional; de la necesidad –en suma- de colegiación obligatoria. Y esto debe
ser así, porque de no serlo no podría certificarse para todos, y se escaparían
de la misma todos aquellos que tuvieran algún motivo y no precisamente lícito.
En cualquier caso, siempre es bueno conocer también otras
aproximaciones a este tema fundamental de nuestra profesión y de la garantía
que a través de la colegiación se ofrece a los ciudadanos. Pero además, en esta
obra de Juan Antonio Abascal, se funden el humor, la ironía, el conocimiento,
la documentación, la reflexión… para sorprender al lector y atarlo a esta
lectura que además de hacerle disfrutar le ayuda a contemplar la situación con
ojos nuevos.
Dice el autor que esta es una “obra de jirones” y en cierto
modo lo es por su estructura, pero ese modo de hacerlo facilita su lectura y
ayuda a “digerir” mejor sus planteamientos. Se denuncia en esta obra “el
cinismo incongruente de la sociedad actual” y hasta se permite incluir al final
un glosario de “juicios, prejuicios y falacias de uso frecuente en los
debates”, a los que añade la forma de contrarrestarlos “por si fuera de interés
del lector”.
No se escapa a su visión crítica la propia profesión,
citando, por ejemplo, los bajos índices de participación que se dan en algunos
procesos electorales de los Colegios de Médicos. Señala, con acierto, que “los
líderes colegiales no podemos ampararnos en el desconocimiento o en la falta de
interés en la participación colegial” y añade que “nuestra obligación es dar
cumplida respuesta a la misma”.
La colegiación, como tal, no se pone en duda; al
contrario, reconoce que “se sigue percibiendo como un bien necesario desde la
inmensa mayoría de la profesión”. Por consiguiente, la pervivencia de los Colegios
de Médicos como institución sólo puede darse dentro de la “evidencia de su
necesidad real para la sociedad en su conjunto” al que también se une ese
“sentimiento de necesidad de pertenencia” a una base de afiliación que desde
hace siglos nos ha movido y nos mueve a los médicos.
Ante la necesidad social de un ejercicio profesional de
calidad, centrado en el paciente, en la defensa de sus intereses por encima de
cualquier otro interés y condición y de una práctica profesional de calidad,
concluye con la necesidad de una Organización Médica Colegial con vocación de
servicio, comprometida v con humanizar el ejercicio profesional de la Medicina
y con la defensa del Sistema Nacional de Salud, por encima de intereses
partidistas y/o privados. Y eso es algo que todos queremos.
Si la necesidad de colegiación es evidente (como parece
serlo la necesidad de difundirlo y recordarlo), la misma se fortalece tras
disfrutar con la lectura de este libro. Eso es lo que recomiendo y en esa tarea
estamos porque no basta con una primera lectura.
Mi felicitación al autor por la iniciativa, tarea nada
fácil que solo puede realizar un profundo conocedor de la estructura y
principios de la colegiación. También el sincero agradecimiento a Juan Antonio
Abascal por la ayuda inestimable que nos presta con esta obra a la profesión y
muy especialmente a los directivos colegiales”.
Nota.- Este texto lo escribí en 2010 cuando era Jefe de
Prensa de la Organización Médica Colegial (OMC) aunque iba firmado por el
presidente de dicha institución que en aquél momento era Juan José Rodríguez
Sendín. “La colegiación necesaria”, Juan Antonio Abascal Ruiz. Centro de
Estudios y Desarrollos Sanitarios de Zaragoza S.A.
Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon: https://www.amazon.com/author/fisac
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