(AZprensa)
“La Cooperación es una forma de recuperar la vocación” es una de las afirmaciones
que se resumen del II Congreso de Cooperación Internacional del Consejo Andaluz
de Colegios de Médicos, que se ha celebrado recientemente en el Colegio de
Médicos de Granada. Un encuentro que ha resultado un éxito de participación,
con casi un centenar de inscritos, un motor de debate y conocimiento que ha
puesto de manifiesto la incansable labor de los médicos cooperantes en todos
los rincones del mundo.
El
encuentro organizado en seis mesas de debate, dos de encuentros con ONGs y una
de presentación de comunicaciones orales, ha promovido conclusiones tan
importantes como la relevancia de la formación en destino para que las labores
asistenciales tengan una continuidad; el análisis de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible de la agenda 2030; el estudio de posibles vías de
financiación; las consecuencias de la pandemia en el ámbito de la cooperación y
las posibles nuevas pandemias; o el papel de la mujer y los niños en países de
vía de desarrollo, son algunos temas que se han tratado. Destacando la puesta
en común de situaciones personales, la presentación de los proyectos que se
llevan a cabo, la labor desinteresada de los médicos cooperantes, así como un
punto de encuentro entre representantes de ONG y cooperantes.
El
acto inaugural, celebrado el pasado viernes, contó con la presencia de D. Jorge
Fernández Parra, presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos y COM de
Granada, la Dña. María Luisa del Moral Leal, viceconsejera de Salud y Consumo
de la Junta de Andalucía y Dña. Celia Rosell Martí, directora de la Agencia
Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo.
María
Luisa del Moral Leal, viceconsejera de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía
calificó la Cooperación Internacional como un tema de “vital importancia para
el bienestar global”, por lo que agradeció la solidaridad de los profesionales
sanitarios andaluces, asegurando que “desde la Consejería apoyamos ese tipo de
iniciativas y nos enorgullecemos de que cada vez sean más los profesionales
sanitarios que salen de Andalucía para ayudar y hacer esta labor humanitaria.
Es un orgullo ver esta generosidad del profesional sanitario, de los equipos
médicos, que cada vez intervienen más y favorecen más que España tenga nombre
en estos lugares y favorezcamos un mundo más solidario por supuesto más a nivel
global”.
Según
afirma el Dr. Jorge Fernández Parra, presidente del Consejo Andaluz de Colegios
de Médicos, “los médicos estamos siempre muy implicados en la salud de nuestros
pacientes, pero nuestra voluntad de ayuda a los demás hace que, a veces,
salgamos de nuestro propio entorno para ayudar en otros países en programa de
Cooperación Internacional. Por ello, en los distintos colegios de médicos de
España tenemos grupos que se dedican a fomentar la Cooperación Internacional, a
integrar y a formar a los cooperantes, porque es muy importante irse a cooperar
con una formación específica para conocer lo que hay que hacer en otros
países”.
Como
ha destacado Fernández Parra, “nos reunimos con profesionales médicos,
dentistas, enfermeros, ingenieros, porque la salud es un concepto global, One
Health, que tenemos que llevar a todos los países” añadiendo que “hay que
complementar la cooperación asistencial con la formación de médicos y técnicos
sanitarios de los países que lo precisan, ya que se ha puesto de manifiesto la
falta de médicos en muchos países”.
En
la Conferencia Inaugural titulada “Órdenes Religiosas en Cooperación Internacional:
Pasado, Presente y Futuro”, impartida por Guy Rodrigue Takoudjou Dzomo, Médico,
PhD de farmacología y Decano de la Facultad de Medicina del CHU-BS de N’Djamena
(Chad), habló de “la necesidad de crear estructuras sanitarias, centros médicos,
formarse en facultades, así como potenciar la investigación y la formación en
estructura sanitaria como fórmula de colaboración de la Iglesia en una medicina
de éxito”, destacando “la función esencial que han desarrollado, desarrollan y
desarrollarán las órdenes religiosas cristianas en el ámbito de la
cooperación”.
La
directora de Cooperación Internacional del Consejo Andaluz de Colegios de
Médicos, Carmen Sebastianes, explicó que “en Andalucía un importante número de
médicos de todas las especialidades van de forma habitual a prestar servicio a
países con escasos recursos. Este número de voluntarios va en aumento y con
equipos formados por médicos de todas las edades, desde MIR en nivel avanzado a
especialistas de plantilla, además de otros ya jubilados. Hemos querido organizar
este congreso para que sea un foro donde podamos conocer, a través de expertos,
los resultados de investigaciones sobre posibles nuevas pandemias, las medidas
más urgentes a tomar de forma global o cómo se resuelven problemas a pacientes
cuya realidad está muy alejada de la nuestra, por la precariedad en la que se
desenvuelven, por ello equipos cohesionados posibilitan, con un alto grado de
seguridad a pesar de los escasos recursos, la asistencia tanto médica como
quirúrgica a esos pacientes, sin olvidar la atención al final de la vida”.
Como
añadió Carmen Sebastianes, “no podemos olvidar que la formación cobra especial
importancia cuando se imparte a los profesionales locales, que son los que van
a continuar la asistencia a los pacientes de esos países durante la mayor parte
del tiempo” asegurando que “somos banderas blancas con la única misión de
intentar mejorar la calidad de vida de poblaciones que viven en condiciones de
precariedad”.
Estas
han sido, entre otras, las principales conclusiones de este II Congreso de
Cooperación Andaluz del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos:
1.- Aunque parece inevitable una nueva pandemia, pero sus repercusiones se pueden limitar con un abordaje multidisciplinar: una salud planeta y hombre. El médico necesita tener más voz en los medios para implicar a la sociedad en la salud comunitaria
2.- La asistencia materno-infantil en entornos desfavorecidos precisa una especial atención a la malnutrición, la falta de accesibilidad a sistemas sanitarios y un enfoque de género.
3.- Existen perfiles de cooperantes profesionales y voluntarios, pero tienen en común que precisan:
• Aptitud: formación no sólo sobre las patologías prevalentes, sino saber qué se va a hacer y en qué contexto.
• Actitud: respeto a la cultura a la que se va y capacidad de trabajo en equipo.
4.- La obtención de fondos para cooperación precisa de una buena planificación de los proyectos, teniendo siempre presente la ética: no todo vale, y nunca hay que perder la perspectiva de por y para quién se hace.
5.- Los obstáculos imprevistos y las duras realidades en terreno se superan con mucha vocación, determinación y trabajo en equipo. La sostenibilidad de la cooperación pasa por un enfoque que cree menos dependencia y sea más participativo y, sobre todo, a un modelo basado en la capacitación a través de la enseñanza.
6.- Estamos lejos de conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para el 2030:
• Abordar la equidad de género es un problema de salud comunitaria y sobre todo de justicia social. Las Mujeres y niñas son las más vulnerables a la violación de derechos.
• La ausencia de paz y justicia afecta a todos; en un mundo sin fronteras lo tenemos más cerca de lo que creemos.
7.- La formación continua es imprescindible. La formación del cooperante debe incluir herramientas versátiles como la ecografía. Si buscamos un impacto sostenible en el tiempo, debemos formar al personal local y fomentar la cooperación sur-sur.
Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon: https://www.amazon.com/author/fisac
“La Comunicación en Medicina”: https://amzn.eu/d/hjFKPvP
1.- Aunque parece inevitable una nueva pandemia, pero sus repercusiones se pueden limitar con un abordaje multidisciplinar: una salud planeta y hombre. El médico necesita tener más voz en los medios para implicar a la sociedad en la salud comunitaria
2.- La asistencia materno-infantil en entornos desfavorecidos precisa una especial atención a la malnutrición, la falta de accesibilidad a sistemas sanitarios y un enfoque de género.
3.- Existen perfiles de cooperantes profesionales y voluntarios, pero tienen en común que precisan:
• Aptitud: formación no sólo sobre las patologías prevalentes, sino saber qué se va a hacer y en qué contexto.
• Actitud: respeto a la cultura a la que se va y capacidad de trabajo en equipo.
4.- La obtención de fondos para cooperación precisa de una buena planificación de los proyectos, teniendo siempre presente la ética: no todo vale, y nunca hay que perder la perspectiva de por y para quién se hace.
5.- Los obstáculos imprevistos y las duras realidades en terreno se superan con mucha vocación, determinación y trabajo en equipo. La sostenibilidad de la cooperación pasa por un enfoque que cree menos dependencia y sea más participativo y, sobre todo, a un modelo basado en la capacitación a través de la enseñanza.
6.- Estamos lejos de conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para el 2030:
• Abordar la equidad de género es un problema de salud comunitaria y sobre todo de justicia social. Las Mujeres y niñas son las más vulnerables a la violación de derechos.
• La ausencia de paz y justicia afecta a todos; en un mundo sin fronteras lo tenemos más cerca de lo que creemos.
7.- La formación continua es imprescindible. La formación del cooperante debe incluir herramientas versátiles como la ecografía. Si buscamos un impacto sostenible en el tiempo, debemos formar al personal local y fomentar la cooperación sur-sur.
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