(AZprensa) Estamos
acostumbrados a ver, oír y leer rumores, los cuales nos quieren hacer creer que
se trata de certezas; pero no, el rumor no es “periodismo” sino pura y dura “manipulación”.
El rumor es algo que va contra los derechos más elementales del ciudadano: va
en contra de la presunción de inocencia, va en contra de la veracidad de las
informaciones… y todo ¿para qué? Para unos intereses particulares que nada
tienen que ver con el lector ni con sus intereses.
Decía
un conocido periodista y amigo que “el rumor es la antesala de la noticia”. Una
frase que puede ser compartida cuando dicho rumor no es sino el adelanto de una
certeza sobre la que se tienen suficientes pruebas que lo verifican.
Sin
embargo, con frecuencia vemos en algunos medios que el rumor solo se sustenta
en la imaginación, el deseo o la tendenciosidad de quien difunde dicho rumor.
Después, si suena la flauta y se acierta, vendrá el inevitable “como ya lo
habíamos adelantado...”. Si, por el contrario, no se acierta, se olvidarán
rápidamente del tema o tratarán de justificarlo con un “no pudo ser porque a
última hora...” o algo así.
El
rumor es, en definitiva, algo que debería desterrarse del buen periodismo. Si
hay evidencias, no es rumor, es noticia. Y si no hay evidencias claras, más
vale que se dediquen a trabajar e investigar más en vez de enturbiar el
panorama.
Siguiendo
con esto, quiero añadir una reflexión general y es la tendencia que todos
tenemos a extrapolar nuestra opinión o nuestro caso particular a la
generalidad. Si a nosotros no nos ha gustado un hotel (por poner un ejemplo) ya
damos a entender que “ese hotel es muy malo” y que la mayoría de la gente tiene
la obligación de opinar igual que yo.
Igual
sucede con el conocimiento sobre cualquier tema en el que siempre somos
“expertos”, aunque lo único que sabemos del mismo son cuatro titulares sueltos
leídos en los medios de comunicación o alguna opinión escuchada a alguien que
nos cayó simpático.
Y
en un ejercicio de osadía sin límites, nos permitimos criticar basados en esta
amplia documentación: (A) Los resultados de la encuesta realizada a un único
ciudadano (yo mismo), es decir, nuestra propia opinión. (B) La amplia
documentación leída en unos cuantos titulares sueltos (porque de ahí no pasamos
y encimas nos creemos que con leer los titulares ya estamos informados).
Así
es la vida, y esto es lo que cada día podemos comprobar en las redes sociales
que se han convertido en los verdugos del buen periodismo.
Vicente
Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon.
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de un Dircom”: https://amzn.to/32zBYmg
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