(AZprensa) Existen
diferentes clases de tos, que pueden clasificarse de muchas formas, siendo los
siguientes tipos de tos los más comunes, según aparece recogido en “El
periódico de la farmacia”, de la editorial Saned:
La tos aguda
es aquella que persiste un máximo de seis semanas. La tos crónica sobrepasa
ese tiempo. A su vez puede tratarse de:
Tos seca, ineficaz o improductiva: que no genera
expectoración. Su misión no es expulsar secreciones originadas por infecciones
respiratorias. Es una tos con poco sentido, es fatigante y suele agravar la
irritación, por tanto, en general,
suele aconsejarse su eliminación con antitusivos o antihistamínicos,
dependiendo de cuál sea su causa.
Tos húmeda, eficaz o productiva: produce
expectoración, expulsión de las secreciones mucosas y otras sustancias
acumuladas (esputos) que se originan en las vías respiratorias bajas. Es una
tos muy útil pues evita que se acumulen las secreciones, por lo que se aconseja
no tomar nada para eliminarla o hacerlo sólo durante la noche si no podemos
descansar.
La tos crónica
puede convertirse en un problema grave, lo que merece una visita al médico.
Por último
existe una tos psicosomática, en personas que sin un motivo aparente
tosen o carraspean sin parar.
En definitiva,
una tos productiva no debería ser suprimida a no ser que afecte al descanso del
paciente de tal forma que le impida llevar una vida normal. La tos no
productiva no tiene interés, luego debe ser eliminada, sobre todo si altera la
realización de acciones cotidianas, el sueño o se acompaña de náuseas, vómitos
y pérdida de apetito.
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