(AZprensa) El Servicio de
Urgencias del Hospital General de Fuerteventura, tras 10 años instalado en unas
dependencias de forma “provisional” ha tenido que ser abandonado por inundación
y trasladado a otras dependencias aún peores.
“Estos espacios suponen un riesgo de contagio entre enfermos y al personal sanitario
por reunir diversas condiciones favorecedoras para la dispersión de los
gérmenes: ausencia de ventilación exterior, aire acondicionado con bajas
temperaturas y hacinamiento. Mantener esta situación ante la próxima epidemia
de gripe que se espera supone una flagrante irresponsabilidad”,
ha denunciado el presidente del Colegio de Médicos de Las Palmas, Pedro
Cabrera.
Así, resulta imposible
mantener la intimidad de los pacientes y garantizar la confidencialidad
de la relación médico-enfermo. El hacinamiento de pacientes, separados por
pequeños biombos de tela en espacios sin ventilación, es especialmente
llamativo. “En el área de exploración, situada en un área diseñada como
almacén, hemos sido testigos de cómo un octogenario grave se encontraba junto a
un niño de pocos años y frente a una mujer, compartiendo pocos metros
cuadrados”, desveló Cabrera.
El personal sanitario es
forzado a trabajar en medio de las camillas de pacientes graves, todos
alrededor de la misma mesa. “La inexistencia de un despacho médico obliga
a informar a los familiares en medio de un espacio común donde todos se enteran
de todo. La antítesis de la
confidencialidad”, denuncia el Presidente del Colegio.
En una de las plantas existe
un único cuarto de baño para todos los enfermos que comparten también los de la
sala de espera. En la otra planta, ni siquiera hay un aseo, los pacientes han
de desplazarse a lo largo de un pasillo a otra dependencia del hospital.
Pacientes agitados, como los psiquiátricos y aquellos bajo efectos
de las drogas, se atienden en una sala acristalada incumpliendo a todas luces
las normativas al respecto. E incluso los enfermos con sospecha de infección
por Ébola no disponen de salas de aislamiento adecuadas a las normas
establecidas.
En la imagen, Pedro Cabrera, presidente del Colegio de
Médicos de Las Palmas; Marta León, secretaria y Juan Letang, primer vocal de
Fuerteventura, quienes han denunciado la grave situación.
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