AZprensa ofrece hoy el artículo realizado por Carlos Fernández, director médico del Grupo NC
Salud, en el que aborda el problema creciente de las comidas fuera de casa en
las pausas cada vez menos relajadas para alimentarnos durante los días de
trabajo:
“Falta de tiempo para las labores culinarias. Esta es la
principal razón que abogan los trabajadores que toman consciencia de que
descuidan su alimentación diaria. Son muchos los profesionales que, ante largas
jornadas laborales, comienzan a sustituir los productos propios de una dieta
equilibrada por aquellos precocinados, condición que a medio plazo puede
desencadenar en malestar y cambios de humor o, de forma más acusada, en
episodios de estrés y desánimo.
Un reciente estudio realizado por la Universidad de Las
Palmas de Gran Canaria y la Universidad de Navarra, determina que el consumo de
comida rápida y bollería industrial encuentra una asociación directa con la
depresión, de modo que los consumidores de este tipo de productos tienen un 50%
más de probabilidades de desarrollar esta patología. Por otro lado, las últimas
investigaciones de Grupo NC Salud revelan que, del total de españoles que se
ponen en manos de nutricionistas para controlar su alimentación, el 60% son
trabajadores en activo, por lo que estamos ante un sector poblacional que,
progresivamente, está tomando consciencia de su déficit alimentario, y busca
una solución saludable en manos de profesionales.
Deben prestar especial atención aquellas personas con un
trabajo sedentario, fundamentalmente quienes dedican más de 45 horas semanales
a su empleo, ya que suelen eliminar o reducir la ingesta de frutas, verduras y
pescados, sustituyéndolos por los carbohidratos, las grasas saturadas y los
alimentos bajos en fibra. Éstos conducen al sobrepeso y propician enfermedades
cardiovasculares, además de ofrecer un aporte desequilibrado de nutrientes que
pueden hacernos más propensos a padecer síntomas de estrés y ansiedad.
En este sentido, es recomendable incorporar el magnesio a
nuestra dieta diaria, que podemos encontrar en alimentos como la soja, el arroz
integral, las verduras de hojas verdes o los frutos secos, o en complementos
alimenticios naturales, ya que diversas publicaciones científicas asocian los
bajos niveles de magnesio con el aumento de la incidencia de síntomas
depresivos y de ansiedad (Hordaland Health Study).
Además de afectar a nuestra salud, la mala alimentación
también tiene una relación directa con el rendimiento laboral, que puede verse
reducido hasta en un 20%, según la Organización Internacional del Trabajo. Es
apropiado, por tanto, abandonar el café y los dulces como principal sustento
energético, pudiéndose sustituir por snacks de avena, barras de cereal, yogurts
descremados o frutas.
Igualmente recomendable es llevar el almuerzo preparado
desde casa, para evitar recurrir a la comida rápida y apostar por alimentos
saludables como frutas, verduras (en ensaladas, salteadas, etc.), legumbres,
alimentos integrales (arroz, pasta, pan, etc.), carnes magras (pollo, pavo,
conejo) y pescados (blanco o azul). Es importante reflexionar sobre el aporte
calórico que necesita nuestro cuerpo teniendo en cuenta que permanecerá en
situación estática varias horas seguidas. En este sentido, llevar una comida
elaborada por nosotros es la mejor opción, pues nos permite preparar platos con
las cantidades necesarias, huyendo de los menús estándar, con cantidades que
pueden no estar ajustadas a las características antropomórficas de nuestro
cuerpo.
No debemos olvidar beber mucha agua para mantenernos
hidratados y favorecer la digestión, y se recomienda completar estos hábitos
culinarios con un complemento alimenticio natural, pues nos ayudará en las
situaciones de presión y estrés laboral, para evitar que afecten a nuestra
salud y que ingiramos alimentos de forma compulsiva.
Y por último, debemos aceptar que cocinar no es costoso ni
laborioso, ya que hoy en día podemos encontrar múltiples recetas saludables que
se realizan en muy poco tiempo, ofreciendo un resultado realmente sabroso y
apetecible. Que el trabajo y la falta de tiempo no sea una excusa para cuidar
nuestra alimentación y, en definitiva, cuidar la salud del conjunto de nuestro
organismo”.
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