(AZprensa, Editorial) Según el
informe ‘eHealth On’ elaborado por la Asociación de Investigadores en eSalud
(AIES) y la agencia COM Salud, existe un marcado contraste entre las
informaciones de salud en medios de comunicación reconocidos y redes sociales;
mientras que en los primeros la mayoría de las informaciones están ligadas a
avances científicos, en el segundo caso (lo que escriben los particulares en
sus redes sociales) suele tener un tono negativo.
En el informe muestran su
preocupación por el exceso de información, la abundancia de información
errónea, la información publicada sin haber sido contrastada antes, y la falta
de independencia en otros casos en donde está ligada a intereses comerciales.
Sin embargo se limitan a quejarse, reclamando que la
información de salud que se publique sea “objetiva, veraz, contrastada y
divulgativa” e incluya fuentes oficiales, declaraciones de profesionales y
testimonios de pacientes. Las propias asociaciones de pacientes reclaman que se
les tenga en cuenta como fuente de información en los artículos sobre salud y
no sólo para dar testimonios individuales.
Se olvidan, por tanto, que a Internet no se le pueden poner
puertas y que la única forma de luchar contra la información errónea o
tendenciosa, no es prohibir algo que es imposible prohibir o ni siquiera
regular, sino actuar de una forma proactiva generando ellos mismos (esos que
tanto se quejan) una información a su gusto, promocionando sus propias webs y
espacios informativos para que adquieran la relevancia necesaria y el
beneplácito de los lectores.
En definitiva, en vez de quejarse tanto y de inventar
palabras como “infoxicación” (exceso de información errónea) lo que deberían
hacer es tomar ellos el protagonismo y difundir por sí mismos esa información
de una forma que sea no sólo “objetiva, veraz, contrastada y divulgativa”, sino
también “atractiva”.
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