Mueren más mujeres por EPOC que por cáncer de mama

(AZprensa) Sorprende saber que mueren más mujeres por EPOC que por cáncer de mama y que la mortalidad en mujeres con EPOC es superior a la de los hombres con esta misma enfermedad. Pero sorprende saber también que la mayoría de la población desconoce qué es eso de la EPOC.

El nombre (acrónimo de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) no ha calado en la sociedad, a diferencia de otros términos como sida, ictus, etc., con los que casi todo el mundo está familiarizado. Hace años, algunos especialistas fueron partidarios de llamar a esta enfermedad “tabaquismo”, un término perfectamente clarificador de lo que es en realidad esta enfermedad ya que si no existiese el tabaco la EPOC prácticamente no existiría.

Se trata de una enfermedad grave e incurable, que deteriora la capacidad respiratoria y limita no sólo la actividad física sino incluso la movilidad de quienes la padecen... y son muchos, como son muchas también las personas que siguen fumando ya que los síntomas no se detectan hasta que la situación ya es irreversible. En la población adulta, uno de cada 10 españoles tiene EPOC y en mayores de 65 años la cifra es de dos cada 10. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya ha situado a esta enfermedad como la tercera causa de muerte de aquí a muy pocos años; en la caso de España, por ejemplo, cada año se lleva la vida de 15.000 personas que si no hubiesen fumado aún seguirían viviendo, mientras que otras muchas respiran con dificultad y se fatigan por el creciente deterioro físico que les produce esta enfermedad.

Si se realizasen más espirometrías (una prueba tan sencilla como soplar por un tubo) en Atención Primaria, especialmente a los fumadores y a quienes conviven con fumadores, se detectaría la enfermedad antes que los pacientes tuviesen gravemente disminuida su capacidad física, con múltiples visitas médicas e ingresos hospitalarios. Y todo eso por fumar, por considerar “normal” el hecho de fumar, y por no saber qué es la EPOC a la que hubieran tenido que llamar “tabaquismo” para que la gente supiera de qué estamos hablando.