(AZprensa) En el
ámbito de la alimentación ha surgido un problema inédito como es el de poder
escoger los alimentos que queremos ya que existe una superabundancia de oferta,
incluso de los denominados dietéticos o c de los complementos alimentarios,
algo que no sucede en muchas otras regiones del planeta donde el problema es
comer, no elegir qué se va a comer.
Esto desemboca en un
dilema moral, la culpabilidad de la abundancia. Por ello, tal como se ha destacado
en una jornada dedicada a la alimentación en el Colegio de Médicos de
Cantabria, hay que saber distinguir entre los conceptos de saciar el hambre y
de refinamiento.
La solución,
apuntan, está en buscar la calidad de los alimentos y acudir a los productos
naturales para una alimentación sana y equilibrada. Se habló, por tanto del “lujo de la sencillez” es decir
incidir más en los productos como el agua, pan, aceite y demás productos
naturales básicos, destacando igualmente la importancia del acto de comer que
debería ser algo íntimo y relajado.
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