(AZprensa) Desde hace décadas viene escuchándose en
numerosos foros sanitarios la importancia de enseñar al paciente asmático la
forma correcta de utilizar los medicamentos que han optado por la vía
inhalatoria como elección, y desde décadas siguen utilizando mal estos
dispositivos un buen número de pacientes.
En unas declaraciones recientes, Giner Donaire, profesional
de enfermería, ha reconocido que “hasta un 60% de pacientes comete algún error
en la técnica de inhalación, lo que repercutirá negativamente en la evolución
de la enfermedad”, y eso que tal como especifica: “La vía inhalatoria es
la piedra angular para la administración de fármacos empleados habitualmente en
el tratamiento de las enfermedades pulmonares obstructivas como el asma o la
EPOC”.
La
responsabilidad de dedicar unos minutos a explicar bien al paciente cómo debe
administrarse uno de estos medicamentos es responsabilidad del médico, que es
quien lo prescribe, y también lo será del enfermero cuando atienda a cualquiera
de estos pacientes, porque asegurarse que su utilización sigue siendo correcta
es responsabilidad de todos los profesionales sanitarios que se encargan del
tratamiento de su enfermedad.
Pero si
en más de 20 años sigue existiendo tan alto porcentaje de mala utilización, es
que algo se está haciendo mal... o quizás es que algo (tan sencillo como
explicar el funcionamiento y asegurarse que lo ha entendido) no se está
haciendo.
Por eso, la facilidad de uso es un factor decisivo para muchos
pacientes y profesionales sanitarios a la hora de escoger un inhalador entre
diferentes opciones. “De
entrada hay que señalar que, pese a las diferencias que existen entre los
diferentes inhaladores, bien utilizados todos son eficaces. Entre ellos, Turbuhaler es uno de los dispositivos
comercializados actualmente con una mayor utilización, lo usamos desde la
década de los ochenta. En cuanto al dispositivo presurizado, es hoy por hoy el
más utilizado”, añade.
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